Redacción / Grupo Cantón
Pakistán.- Un atentado suicida conmocionó la noche del martes el suroeste de Pakistán. Un atacante se inmoló a las afueras de un estadio en Quetta, capital de la conflictiva provincia de Baluchistán, justo cuando los asistentes a un mitin político salían del lugar. El saldo fue de al menos 13 muertos y más de 30 heridos, según confirmaron autoridades locales.
La explosión ocurrió cerca de un cementerio, junto al estadio donde se había conmemorado el aniversario de muerte del veterano líder nacionalista Sardar Ataullah Mengal. Entre los asistentes estaba el político Akhtar Mengal, líder del Partido Nacional de Baluchistán, quien resultó ileso, aunque varios de sus seguidores figuran entre las víctimas.
La policía, encabezada por el oficial Majeed Qaisrani, informó que se recuperaron restos del atacante, aunque ningún grupo se ha atribuido aún la autoría. En tanto, el portavoz hospitalario Waseem Baig confirmó la llegada de 13 cuerpos y decenas de heridos, algunos en estado crítico.
El ministro principal de Baluchistán, Sarfraz Bugti, calificó el ataque como un “acto cobarde” y ordenó una investigación de alto nivel, además de atención médica prioritaria para los heridos.
Desde Islamabad, el ministro del Interior, Mohsin Naqvi, acusó sin pruebas a “terroristas respaldados por India” de intentar desestabilizar el país, una acusación que Nueva Delhi ha negado repetidamente.
Contexto de violencia en la región
Baluchistán enfrenta desde hace años una insurgencia separatista de baja intensidad, protagonizada por grupos como el Ejército de Liberación de Baluchistán (BLA), que exigen independencia del gobierno central. Aunque el gobierno afirma haber contenido la violencia, los ataques continúan.
En julio pasado, hombres armados asesinaron a nueve pasajeros tras interceptar dos autobuses. La mayoría de ataques como este han sido reivindicados por el BLA.
La violencia no se limita a Baluchistán. Este miércoles, cinco personas murieron en un ataque armado en Kurram, en la provincia de Khyber Pakhtunkhwa, y un día antes, un intento de asalto a una base policial en Bannu dejó 11 muertos entre soldados y atacantes.