“Ha respondido a todas las preguntas que le han hecho los agentes, está colaborando”. Ana Julia Quezada ha roto el mutismo mantenido desde que fuera detenida el pasado domingo hasta bien entrada esta mañana de martes. Según fuentes de la investigación ha confesado que mató al niño Gabriel Cruz.
Mientras Ángel Cruz y Patricia Ramírez, arropados por decenas de autoridades y miles de almerienses, se despedían de su pequeño de ocho años en la catedral de Almería, la que hasta ahora era la pareja del padre del menor comenzaba a contestar a las preguntas de los investigadores, según ha asegurado su abogada a la salida de la Comandancia de Almería hacia las 15.00.
Ana Julia Quezada, la única acusada hasta el momento de la muerte del niño, ha pasado su segunda noche en los calabozos, aunque según fuentes próximas al caso “ha dormido plácidamente”. Los investigadores se mantienen convencidos de que actuó sola.
Hasta el momento no han trascendido datos de su declaración. La Guardia Civil puede mantenerla detenida 72 horas antes de ponerla a disposición judicial. Incluso podría volver a conducirla a los escenarios del crimen, donde ayer se mostró hermética.
Son todavía muchas las incógnitas que quedan por resolver en uno de los crímenes que más ha conmocionado por la incuestionable inocencia del niño. Dónde lo hizo, en qué momento exacto, cómo y por qué.
La autopsia del pequeño Gabriel arrojó algo de luz sobre su espeluznante muerte. Murió estrangulado el mismo día que desapareció, el pasado 27 de febrero. Tras doce días de angustiosa búsqueda el cuerpo del pequeño fue hallado en el maletero de Ana Julia, cuando acababa de sacarlo de un depósito de agua de una finca familiar de Rodalquilar (a cuatro kilómetros de donde desapareció el niño) y pretendía llevarlo a la casa de Puebla de Vícar, donde vivía con Ángel Cruz. Allí fue interceptada por los investigadores que le seguían los pasos desde hacía días como principal sospechosa.
Excavaciones en Rodalquilar
Este martes los agentes de la Policía Científica de la Guardia Civil han comenzado a escavar en el lugar donde Ana Julia mantuvo oculto el cuerpo del niño. Los agentes pudieron ver el domingo como sacaba el cuerpo del niño de una depósito de aguda envuelto y lo metía en el maletero. La grabaron y fotografiaron y esperaron a que llegase a su destino para descartar la implicación de algún cómplice.
La finca, donde supuestamente se estaba adecentando una casa la pareja formada por Ángel y la detenida, se ha convertido en el principal escenario del crimen desde ese momento. Está siendo rastreada palmo a palmo. Ahora también excavada. Según fuentes próximas a la investigación, los familiares la inspeccionaron ampliamente y “en varias ocasiones”, “pozo a pozo” sin encontrar nada. Lo que les lleva a pensar que haya podido cambiar varias veces de sitio el cuerpo del pequeño.