Redacción / Grupo Cantón
México.– La tragedia en las montañas del Tien Shan ha conmovido al mundo del alpinismo. La rusa Natalia Nagovitsyna, de 47 años, quedó atrapada en una tienda a más de 7 mil metros de altitud tras fracturarse la pierna el 12 de agosto durante el descenso del Pico Pobeda, una de las cumbres más altas y peligrosas de Asia Central.
Tras el accidente, dos compañeros de expedición lograron alcanzarla y dejarle suministros básicos: comida, un saco de dormir y gas para derretir nieve. Sin embargo, las condiciones extremas hicieron imposible evacuarla. Uno de ellos, el alpinista italiano Luca Sinigaglia, murió en el intento de descenso, mientras que el resto del grupo consiguió regresar con vida.
Los intentos de rescate se sucedieron durante más de dos semanas. Helicópteros militares lograron acercarse, pero no pudieron superar los 6 mil metros de altitud. Incluso uno de ellos sufrió un accidente durante la operación, sin víctimas fatales. Al mismo tiempo, drones con cámaras térmicas fueron enviados a la zona, inicialmente confirmando que Natalia seguía viva dentro de su tienda, aunque días después ya no detectaron señales de vida.
Las autoridades concluyeron que un rescate en esas condiciones era imposible. Argumentaron que el terreno técnico, las tormentas constantes, temperaturas de hasta –30 °C, el riesgo de avalanchas y la necesidad de al menos 20 rescatistas altamente capacitados hacían inviable continuar sin poner más vidas en peligro.
Finalmente, después de unos 15 días de intentos, el operativo fue dado por terminado. Los equipos señalaron que solo con la llegada de la primavera, cuando mejoren las condiciones, podría contemplarse una misión de recuperación, pero no un rescate.
La familia de Nagovitsyna se aferra a la esperanza tras los primeros videos donde se le veía moverse dentro de la tienda, aunque los expertos consideran que las posibilidades de supervivencia eran mínimas. El caso ha abierto un fuerte debate sobre los límites de las operaciones de rescate en la alta montaña y el costo humano de intentar alcanzar las cumbres más peligrosas del planeta.