Agencias
CIUDAD DE MÉXICO
Sarah Conque es una terapeuta infantil estadounidense que quiso aportar su granito de arena en el mundo y se fue a trabajar como voluntaria en Haití.
En 2014, esta joven de 28 años estaba en el Centro Médico de Niños “Danita” cuando un día llegó una madre con una niña con hidrocefalia, una enfermedad que hace que se acumulen líquidos en el cráneo, por lo que el tamaño de la cabeza aumenta.
El estado de la bebé, llamada Nika, era deplorable. La niña estaba muy desnutrida y necesitaba atención médica urgente.
Cuando se fueron se quedó preocupada y decidió seguirlos. Fue así como encontró a la niña sola entre la basura.
Sarah convenció a la madre de llevarla a un médico y abrió la página web Little Warrior Nika donde narró su evolución.
Contra todo pronóstico, la niña sobrevivió y Sarah, junto con su pareja Stephen, es quien hoy cuida de ella en Louisiana, Estados Unidos.
La niña ha pasado por varias cirugías que lograron mejorar su calidad de vida y el tamaño de su cabeza ha disminuido.