CIUDAD DE MÉXICO – El estudio que elaboró la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) en 2013 citado por Javier Jiménez Espriú, el futuro secretario de Comunicaciones y Transportes, para avalar la opción de ampliar dos pistas comerciales en la base militar de Santa Lucía y usarlas para complementar las operaciones aéreas en el Aeropuerto Internacional Benito Juárez es solo una parte de la historia.
Si bien la organización dijo que era viable usar esos dos aeropuertos para tratar de resolver la saturación del espacio aéreo de la capital del país, también recomendó realizar estudios adicionales y determinó que la mejor opción que tenía el país era seguir adelante con la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en terrenos del lago de Texcoco.
“De entre las opciones contempladas, la más adecuada es la de la construcción de un Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México en el emplazamiento de Texcoco”, dijo la OACI, que es la entidad especializada de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) responsable de vigilar el cumplimiento de las normas aéreas internacionales, en el estudio titulado Necesidad e Idoneidad de la Solución Propuesta para el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Más que un estudio nuevo para evaluar la operación conjunta entre el actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y la base aérea de Santa Lucía, la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) solo agregará esta evaluación a un estudio que realizó en 2013, de acuerdo a una carta enviada al presidente electo, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) el pasado 3 de octubre.
“El nuevo estudio solicitado por Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) el 7 de septiembre de 2018 será complementario al que se realizó en 2013”, señala la carta firmada por Melvin Cintron, director regional para Norteamérica, Centroamérica y el Caribe de la OACI, y de la cual Expansión tiene una copia.
“Es sumamente importante que México realice un estudio exhaustivo de todas las opciones para determinar los pros y los contras técnicos de cada una. Lo anterior requiere ser objeto de una investigación exhaustiva que toma tiempo y a menudo es costosa debido al tiempo y la experiencia de los más capacitados técnicos internacionales requeridas para asegurar que el gobierno tenga información que pueda resistir cualquier escrutinio necesaria para tales decisiones tan críticas”, señala la carta.
El futuro secretario federal de Comunicaciones dijo el 11 de octubre pasado que la OACI respalda la viabilidad de la operación conjunta de Santa Lucía y el actual aeropuerto, así como su disposición a realizar un estudio más completo al respecto. Esta investigación tendría un costo de 600,000 dólares y tardaría cuatro meses en realizarse.
Es decir que los resultados de ese estudio estarían hasta el primer trimestre del año entrante, cuando ya se haya tomado una decisión sobre la construcción del Nuevo Aeropuerto de México (NAIM), según lo anunciado por el Gobierno electo.
La consulta para decidir el futuro del NAIM se realizará en 538 municipios del 25 al 28 de octubre. Los resultados serán dados a conocer la semana siguiente al ejercicio, según Jiménez Espriú.