La llegada del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, para supervisar los avances de la construcción de la refinería Dos Bocas podría convertirse en un acto en el que obreros y empresarios locales presenten quejas e inconformidades.
Se presenta una serie de presuntas irregularidades donde solo “salen ganando las empresas contratistas”, así como la prepotencia y humillación que sufren los empleados por parte de Luis Guillermo Suárez, quien se dice brazo derecho de la secretaria de Energía Rocío Nahle, según los quejosos.
Decena de hombres que ya laboran en el complejo, e incluso quienes aún están desempleados, expresaron a Grupo Cantón que pedirán al jefe del ejecutivo federal explique porque la clase trabajadora gana un salario por debajo de lo estipulado en los tabuladores oficiales y del porque el 65% del personal contratado es foráneo y no de la región a como se había prometido.
“Desde hace tiempo venimos denunciando que los altos rangos traen a gente de sus estados, muchos culpan a los sindicatos pero no es cierto, aquí los que traen a gente de fuera son los propios funcionarios de la Sener, IMP y Pemex” declararon los afectados.
Según documentos en poder de Grupo Cantón, los salarios estipulados no son los devengados actualmente, pues las compañías pagan a como quieren, es decir, un salario donde no les entrega un recibo físicamente.
No se descarta que durante la visita presidencial hayan protestas de inconformidad por las severas irregularidades que se están dando al interior del proyecto energético, muy alejado de la realidad que le pintan a López Obrador.