Agencias
CIUDAD DE MÉXICO
El Papa Francisco hizo un llamado a que se pida perdón a los indígenas, quienes han sufrido la exclusión, pese a que son necesarias sus culturas.
En una misa multitudinaria en San Cristóbal de las Casas, en Chiapas, el pontífice hizo una reflexión sobre el abandono que sufren algunos pueblos en México.
“Muchas veces, de modo sistemático y estructural, sus pueblos han sido incomprendidos y excluidos de la sociedad. ¡Qué tristeza! Qué bien nos haría a todos hacer un examen de conciencia y aprender a decir: ¡Perdón!”, externó el pontífice.
Ante representantes de etnias, el pontífice lamentó el racismo y las múltiples violencias y vejaciones que los pobladores originarios del país sufrieron y siguen sufriendo.
“Algunos han considerado inferiores sus valores, su cultura y sus tradiciones”, dijo.
“Otros, mareados por el poder, el dinero y las leyes del mercado, los han despojado de sus tierras o han realizado acciones que las contaminaban”, continuó.
El Papa pidió que termine la opresión e indicó también ellos saben levantar la voz.
“Hay un anhelo que tiene sabor a tierra prometida donde la opresión, el maltrato y la degradación no sean la moneda corriente”, afirmó.
Jorge Mario Bergoglio abundó que el colonialismo enseñó a expoliar y sentirse dueños de tierras que eran de otros.
En cuanto al medio ambiente, destacó la importancia de que se preserven también las tierras donde viven los indígenas.
“Hemos crecido pensando que éramos sus propietarios y dominadores, autorizados a expoliarla”, señaló.
“La violencia que hay en el corazón humano, herido por el pecado, también se manifiesta en los síntomas de enfermedad que advertimos en el suelo, en el agua, en el aire y en los seres vivientes”, abundó.
“Por eso, entre los pobres más abandonados y maltratados, está nuestra oprimida y devastada tierra, que ‘gime y sufre dolores de parto’”, dijo.
Pero los indígenas han demostrado saber preservar la tierra, destacó el pontífice.
“Sus pueblos, como han reconocido los obispos de América Latina, saben relacionarse armónicamente con la naturaleza, a la que respetan como fuente de alimento, casa común y altar del compartir humano”, sostuvo.
En este contexto, hizo un llamado que ahora la desvalorización sea superada por la fraternidad, la injusticia sea vencida por la solidaridad y la violencia sea callada por la paz.
“Nuestro Padre no sólo comparte ese anhelo”, puntualizó.