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Niños músicos de Oaxaca, un ejemplo para muchos

VILLA DE ZAACHILA, Oaxaca.- Apenas suena la chicharra de la escuela y corren hacia sus casas, comen algo y salen a toda prisa por las polvorientas calles de la colonia Vicente Guerrero para encontrarse con su pasión: la música.

Son los alumnos de la Escuela de Iniciación Musical Santa Cecilia, quienes siempre están dispuestos a aprender, algunos con trabajo soportan el peso de los instrumentos, otros ni los pies pueden apoyar en el piso cuando se sientan frente al atril. Algunos comenzaron a leer las notas a la par del abecedario.

Varios de ellos son hijos de pepenadores o albañiles, trabajadoras del hogar o choferes de mototaxis; sin embargo, su amor por la música es su arma para combatir la ola de violencia que acecha a la comunidad.

LA HISTORIA

Hace seis años, un grupo de vecinos del entonces asentamiento irregular donde hoy habitan unas 15 mil personas, se acercó al párroco José Rentería Pérez a exponerle su preocupación sobre el futuro de sus hijos, hablaron sobre la necesidad de cambiarles la vida ante la marginación y la problemática social de la colonia Vicente Guerrero, y otras que rodean el tiradero de basura a cielo abierto, donde depositan sus desechos 23 municipios, entre ellos, la capital de Oaxaca.

De acuerdo, les dije, pero necesitamos formar un grupo base que impulse el trabajo, ellos aceptaron ser la base; entonces nos asesoramos con los jesuitas, quienes tienen una pastoral juvenil interesante y comenzó la formación no sólo religiosa sino humana”, cuenta.

Me decían: ‘No creo que les interese mucho el catecismo y venir a misa’; fue así que surgió la iniciativa de crear talleres de dibujo y pintura, de guitarra, mandolina y de solfeo. De ahí nace la Escuela de Iniciación Musical, con 20 niños. De 2011 a la fecha ha tenido una acogida notable y actualmente casi son 100 alumnos de primero, segundo y tercer año”.

LA MÚSICA FAVORECE EL TEJIDO SOCIAL

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A seis años de su inicio la banda creció y se convirtió en una orquesta. Los más chicos tienen seis años, mientras que los mayores 17. Niños que llevan en la sangre la tradición musical, herencia de sus padres nacidos en localidades indígenas, como la Sierra Norte y Sierra Sur, pero que migraron a la periferia de Oaxaca.

Muchos dejaron las drogas, el alcohol y el pandillerismo. Dos jóvenes están becados en el Centro de Capacitación Musical y Desarrollo de la Cultura Mixe (Cecam), y aspiran a ingresar al Conservatorio Nacional de Música; otros chicos estuvieron como becarios en escuelas de música en Alemania y Francia”, comenta orgulloso el padre Pepe Rentería, como lo llaman cariñosamente.

Los papás también me dicen: ‘A mi hijo, la música le cambió el carácter, ahora nos relacionamos mejor’. Otros papás dicen que ‘con la música, (los jóvenes) difícilmente se van a ir a la droga o a la calle’. Hay cambios notables en muchos aspectos”, relató.

Para la formación de la banda, los instrumentos fueron adquiridos con muchos sacrificios por los padres de familia y, en otros casos, de donaciones.

Algunos instrumentos fueron comprados por los papás, pero otros fueron obsequios de los ciudadanos franceses a iniciativa de Isabelle de Boves (piloto de la línea aérea Air France, sobrina de la religiosa Nicolle Villier, integrante de Las Hermanitas de Jesús, una congregación de religiosas contemplativas, con trabajo en la colonia); algunos eran nuevos y otros de uso. Fueron donaciones de niño a niño e incluso de adulto a niño”, detalló.

Durante su corta y fructífera trayectoria, la banda se ha presentado en conciertos en la colonia y en otros lugares dentro y fuera del estado.

Entre los más significativos están el de julio de 2013, porque tres melodías se hicieron en lenguaje para sordos.

Otro, recuerda el párroco, fue el que se ofreció en la explanada del Hospital de la Niñez Oaxaqueña, en 2016, durante la convalecencia de una niña integrante de la banda, Yanely; esta acción detonó sus consecutivas presentaciones en el área de oncología, donde mensualmente dan un concierto.

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La Escuela de Iniciación Musical dio un brinco y formó su taller de reparación y mantenimiento de instrumentos.

El padre Rentería recuerda que fue en julio de 2013 cuando los niños músicos recibieron la visita de la luthier francesa Mallory Ferreira, quien les enseñó a dos jóvenes a dar el mantenimiento. “Su curso fue gratuito”.

Un año después, el argentino Alejandro Raúl González (saxofonista en la orquesta del cantante Sandro de América y músico de estudio de Soda Estéreo) llegó hasta la escuela a capacitar a los chicos en mantenimiento básico. Este maestro también acudió en forma solidaria.

Patricia García, actualmente responsable del taller de reparación de instrumentos, cursó los talleres de laudería de la Escuela de Iniciación Musical Santa Cecilia, y obtuvo una beca para estudiar en Francia para perfeccionar su técnica.

MAESTRO DE LA ORQUESTA

Camerino López Manzano, indígena zapoteco, de 34 años, originario de Santa María Yaviche, perteneciente a Tanetze de Zaragoza, es el director de dicha escuela.

Ingresé al Centro de Capacitación Musical y Desarrollo de la Cultura Mixe cuando tenía 12 años; después fui a la Escuela de Bellas Artes de la UABJO y luego al Conservatorio Nacional. He tenido cursos de dirección y ahora me dedicó a enseñar a niños y jóvenes en la colonia (Vicente Guerrero), donde también vivo.

Hay mucho talento, la mayoría se trasladó de pueblos y comunidades indígenas. Es como allá en la Sierra, primero se aprenden las notas y después las letras. Es una satisfacción trabajar con los niños, porque mi pasión es la música; qué bueno que ellos tengan este tipo de actividades frente a la ola de violencia que hay en la colonia”.

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ALTRUISMO INTERNACIONAL

A iniciativa de la piloto Isabelle de Boves, la fundación de la empresa Air France (Fondation D’Enterprise Air France) contribuyó financieramente en 75% en la construcción del plantel educativo, para que los niños puedan tomar sus cursos de música.

También, a convocatoria de Boves, amigos, vecinos, músicos, conservatorios, fabricantes y distribuidores franceses, regalaron instrumentos a los alumnos de la escuela que fueron transportados por la propia compañía francesa.(Fuente: Excelsior)

Publicado por
Redacción Quintana Roo