Redacción / Grupo Cantón
México.- Después de varios meses en silencio, Marianne Gonzaga rompió el silencio sobre el ataque que protagonizó en contra de Valentina Gilabert, ocurrido en febrero pasado. La agresión, supuestamente impulsada por los celos, dejó a Valentina con más de 14 puñaladas en diferentes partes del cuerpo, incluyendo manos, tórax, pecho y pulmón, lo que la llevó a terapia intensiva y múltiples intervenciones quirúrgicas.
El caso captó la atención nacional tanto por la brutalidad del ataque como por la edad de la agresora, quien entonces aún era menor de edad. Aunque fue detenida pocas horas después del ataque, su paso por prisión fue breve y concluyó mediante un acuerdo legal entre ambas familias.
En su primer encuentro con los medios, Marianne aseguró que, contrario a lo que se difundió, su relación con el joven en disputa no había terminado:
“No habíamos cortado como se dice en redes sociales, seguíamos como novios. Discutimos unos días antes porque vi que estaba saliendo con alguien más”.
La joven también reveló que viajó desde Cancún a la Ciudad de México para quedarse con él y su familia. Fue durante esos días que comenzó a sospechar de la infidelidad, hasta confirmar que efectivamente el joven sostenía una relación con Valentina.
Entre lágrimas, Gonzaga reconoció su fuerte dependencia emocional:
“Tuve una dependencia muy grande hacia él. Lo más grande que aprendí es a no seguir a un hombre de esa forma”.
Por su parte, Valentina Gilabert confirmó recientemente que la liberación de Marianne se logró tras un acuerdo legal entre ambas partes. Además, revelaron que, hace unos días, ambas se encontraron en persona para conversar por más de una hora y media, en un intento por dejar el pasado atrás.
El caso, que generó un intenso debate sobre violencia, juventud y responsabilidad penal, cierra —al menos legalmente— con este encuentro y acuerdo extrajudicial. Sin embargo, sigue siendo un referente en la conversación pública sobre agresiones motivadas por relaciones sentimentales.