MÉXICO.- El domingo 15 de noviembre de 2015, Genaro García Luna –el ex Secretario de seguridad pública de México– fue multado por pasarse una señal de alto en una calle de Miami cuando conducía una camioneta plateada Mazda tipo SUV.
En el formulario de la multa, el oficial de la policía registró como dirección de García Luna una mansión de cuatro baños, cuatro cuartos y embarcadero propio en Golden Beach, Florida, valuada en 3.3 millones de dólares.
La multa, hasta hoy desconocida, contiene una prueba clave de una relación de la que García Luna no ha querido hablar por años: su nexo con un corporativo de inteligencia que gozó de cuestionados privilegios en México cuando él estaba cargo de la Secretaría de Seguridad, según lo logró establecer Univision en asocio con el periodista Julio Roa del portal En la Politika. La corporación fue además favorecida con un contrato de adquisición de un programa para rastrear informacióne interceptar comunicaciones.
Los registros de residencia consultados por Roa prueban que García Luna se mudó allí en febrero de 2013, tres meses después de haber dejado su puesto como funcionario. Otros registros muestran a García Luna y su esposa como residentes de otro pent-house de lujo valuado en 2.3 millones de dólares, en Aventura, Florida, entre 2016 y 2018.
Ambas propiedades pertenecían en ese momento a un grupo empresarial propiedad de la familia Weinberg. El grupo, con presencia en Israel, Panamá, México y Estados Unidos, es uno de los principales proveedores de equipos y tecnología de seguridad israelí en Latinoamérica.
Los Weinberg y García Luna son viejos conocidos. En una larga entrevista con Univision en Ciudad de México el 4 de marzo, el empresario Alexis Weinberg dijo que su padre, Samuel Weinberg, conocía al exfuncionario desde la década de los 80, cuando García Luna comenzaba su carrera policial en el Centro de Investigación y Seguridad Nacional de México (Cisen).