Redacción / Grupo Cantón
Ciudad de México.- La presidenta Claudia Sheinbaum reveló graves irregularidades en el manejo del FOBAPROA entre 1995 y 2004, según una auditoría de la Auditoría Superior de la Federación (ASF). El rescate bancario, que costó al erario 1.24 billones de pesos —equivalente al 16.9% del PIB—, se ejecutó con opacidad, sin controles claros ni sanciones a los responsables, y su deuda, ahora administrada por el Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB), se seguirá pagando hasta 2050.
Sheinbaum calificó el programa, como un ejemplo de corrupción y discrecionalidad, donde el Comité Técnico del FOBAPROA —integrado por la SHCP, el BANXICO y la CNBV— actuó sin reglas claras, permitiendo avales gubernamentales sin sustento económico.
El informe de la ASF reveló que se adquirió cartera vencida sin justificación, incluidos préstamos menores a 100 mil pesos y operaciones vinculadas a bancos rescatados. De los 72 mil 700 MDP detectados como irregulares por el auditor Michael W. Mackey, 57 mil 722 millones fueron descartados sin fundamento.
El proceso de saneamiento fue igualmente opaco: de los 25 bancos apoyados, solo cinco sobrevivieron. Instituciones como Banamex, Bancomer y Banorte recibieron recursos pese a incumplir los requisitos.
Se documentó beneficios por 11 mil 254 MDP sin respaldo, que fueron avalados de manera retroactiva por la Secretaría de la Función Pública. El FOBAPROA funcionó como un fideicomiso “privado” sin transparencia; las actas del Comité no explicaban los cambios de criterio, lo que permitió manejos discrecionales.
La ASF intentó recuperar 10 mil 856 millones de pesos, pero enfrentó obstáculos legales, incluidas controversias constitucionales promovidas por el Ejecutivo de entonces.
La impunidad también fue parte del esquema: la CNBV detectó 62 delitos bancarios, de los cuales 31 prescribieron por negligencia de la Procuraduría Fiscal, y solo tres llegaron a sentencia. La SCJN canceló 52 acciones y siete auditorías clave de la ASF, lo que impidió sancionar a funcionarios y banqueros responsables. Al final, el rescate socializó las pérdidas: el 94% del costo fue absorbido por los contribuyentes, mientras que los bancos solo cubrieron el 6%.
Ante esta situación, Sheinbaum anunció que el secretario de Hacienda detallará los montos anuales que aún se pagan por esta deuda.
“Se paga una deuda construida con corrupción”, dijo, al subrayar la urgencia de auditar el nuevo programa que sustituyó al FOBAPROA. Advirtió, sin embargo, que resoluciones judiciales han limitado las capacidades fiscalizadoras de la ASF.
“Sin transparencia, los rescates bancarios repetirán los mismos abusos”, concluyó.