Ciudad Victoria, Tamaulipas.- Jorge Fernández fue sentenciado a 47 años en prisión por el feminicidio de Pilar Garrido, perpetrado en 2017. También deberá pagar una multa de casi medio millón de pesos para reparar el daño a la familia de la ciudadana española y perdió la tutela de su hijo menor de edad.
El Tribunal de Enjuiciamiento individualizó la pena, luego de encontrar culpable al criminólogo y profesor de la Universidad de Seguridad y Justicia el pasado viernes. “Tengo plena fe, no tengo nada contra el juez ni la fiscalía, tengo sed y hambre de justicia. No de este mundo, sino de los cielos”, dijo Fernández al conocer la sentencia.
El inicio de la condena se tomará en cuenta a partir del 29 de agosto de 2017, fecha en la que Fernández fue recluido. Además de la pena, se le impuso una sanción económica de 471 mil pesos 296 pesos que deberá pagar a la familia de Garrido Santamans por concepto de gastos funerarios y reparación del daño.
Fernández también perdió la tutela del hijo que tuvo con Garrido Santamans, a quien, de acuerdo con la Fiscalía estatal, mató en el verano de 2017 luego de pasar algunos días en la playa de La Pesca. El menor de edad se encuentra en España desde que su padre ingresó a prisión.
“Lo condenan a la pérdida de la patria potestad de su hijo y a la pérdida de derechos sucesorios respecto de su cónyuge, pero no puede perder tampoco el derecho fundamental de convivencia de su hijo”, dijo su abogado Jesús Eduardo Govea.
Será el próximo 16 de enero cuando se expliquen las razones detrás de la sentencia, fecha a partir de la cual la defensa de Fernández tendrá 10 días para interponer algún recurso de apelación.
En Tamaulipas, la pena máxima por la comisión del delito de feminicidio es de 50 años, pero el abogado apeló a que en este caso fuera reducida a 47 pues considera que Fernández no es de “peligrosidad máxima”.
“Tengo la seguridad de que lo vamos a sacar adelante y vamos a librarlo. Pero esto nos llevará tiempo”, dijo Govea, quien apuntó que hay un interés “político” en este mediático caso, aunque reconoció no tener pruebas al respeto.