La tarde de este martes un vuelo procedente de Roma, Italia, aterrizó en la Ciudad de México, en medio de la crisis del coronavirus, que ha causado más de 600 muertes en el país europeo mientras que en México se han aportado siete casos.
Los primeros reportes indican que dos pasajeros tienen fiebre, la aeronave transportó a 75 pasajeros y 15 miembros de la tripulación.
Una de las primeras medidas que se toman para vuelos internacionales en el Aeropuerto Internacional de Ciudad de México (AICM) es que la tripulación de la aerolínea debe dar informe sobre cuántos pasajeros vienen a bordo y cuál es su estado de salud.
Si algún pasajero o integrante de la tripulación tenga algo síntoma de gripe es enviado al área de Sanidad Internacional, en donde se le harán los exámenes correspondientes para descartar algún caso de coronavirus Covid-19.
Las infecciones en Italia alcanzaron los 10 mil 149 casos, más que cualquier otro lugar excepto China, el número de muertes por el virus subió en un día de 463 a 631, informaron autoridades de Protección Civil de Italia.
Las restricciones de viaje y sociales que se extendían por toda Italia ilustran cómo el virus y las alteraciones que provoca se mueven hacia el occidente desde China, en donde comenzó el brote.
Equipos de policías patrullaban cafés para asegurarse de que los propietarios mantuvieran a sus clientes a un metro de distancia entre ellos durante el día y luego vigilaran el cumplimiento de la estricta orden de cerrar a las 6 de la tarde.
Al motivar a muchos de los 62 millones de habitantes de Italia a quedarse en casa y afectar todavía más la ya golpeada industria turística del país, el aislamiento podría aumentar la probabilidad de una recesión en la península, otro golpe a los vacilantes mercados globales.
La economía de Italia, la tercera más grande de los 19 países que utilizan el euro, es particularmente dependiente de sectores que requieren presencia física y proximidad de trabajadores: turismo, manufactura y ventas minoristas.
La oficina del primer ministro dijo que los italianos no deberían salir de casa a menos que fuera para trabajar, recibir atención médica o cubrir “necesidades”, como ir al supermercado.
También dijo que tiendas, cafés y restaurantes deberían cerrar a las 6 de la tarde, una restricción radical en un país que valora su cultura gastronómica, de lujos y cafés. Giorgio Armani anunció que cerraría su hotel, restaurante y tiendas en Milán por el nuevo virus como “medidas preventivas adoptadas hasta ahora para salvaguardar la salud de los empleados y clientes”.
(Con información de AP y Milenio)