Juan R. Hernández / Grupo Cantón
Ciudad de México.- Afuera de Palacio Nacional, los rumores de que los estudiantes de Ayotzinapa intentarían madrugar con manifestación generaron cierta alarma.
Pero al final, falsa alarma. La verdadera batalla se cocinaba adentro, en el Salón Tesorería, donde los reflectores no eran las luces sino los micrófonos: ahí el combate por las preguntas prometía espectáculo.
Y vaya que lo hubo.
De pronto, el “esplanglish” irrumpió en la conferencia cuando un reportero de moñito y bigote, desesperado, gritó con toda la fe del mundo:
“¡One cuestión plis for Mister Patrick!”.
El inglés improvisado sacó carcajadas entre colegas y funcionarios, aunque más de uno trató de callarlo.
No se rindió: “One cuestión, Mister!”, insistía mientras otros periodistas, con humor ácido, le contestaban: “Tomorrow”. Una reportera poblana, con el micrófono como si fuera su territorio, recibía la réplica coral: “Next!”.
Entre risas y miradas cómplices, hasta el propio secretario de Economía, Marcelo Ebrard, tuvo que aguantarse la risa.
Y mientras la batalla del “Spanglish mañanero” ardía, llegó el anuncio de fondo: la empresa estadounidense CloudHQ invertirá en Querétaro 4.8 mil millones de dólares para instalar seis centros de datos de inteligencia artificial en un campus de 52 hectáreas.
La promesa: 7,200 empleos altamente capacitados y una derrama que puede multiplicar entre tres y cinco veces la inversión inicial.
Cuando tocó turno a Diario BASTA, Keith Patrick Harney, director de operaciones de CloudHQ, se quitó la formalidad y hasta saludó con un “very nice, very good morning”.
La pregunta fue clara: ¿Cómo atraerán y formarán talento joven para esta industria?
El empresario respondió que la capacitación es clave, que replicarán modelos de Virginia y los adaptarán a universidades mexicanas, y que todo lo que construyen es con sello “Hecho en México”.
Al cierre, la presidenta Claudia Sheinbaum remató que estas inversiones colocan a México en la ruta de la inteligencia artificial y abren una nueva era digital para el país.
Así que, entre las risas del “one cuestión plis” y la seriedad de los miles de millones de dólares, quedó claro que en la mañanera se mezclan los idiomas, los estilos y las oportunidades. Porque al final, en Palacio, todo puede pasar: from fake alarm… to real investment.