MÉXICO.- Cinthya Marisol Pereira es una joven hondureña de 20 años que abandonó su país por la inseguridad.
Su misión no era llegar a los Estados Unidos para cumplir lo que algún día fue ‘un sueño americano’, sino llegar a México para que la cobijaran bajo la situación de refugiada.
“Salí de Honduras el 30 de marzo, para llegar el 2 de abril. Al llegar a la “La 72″, pedí ayuda para obtener la credencial de refugiada. Hoy ya la tengo, será un empezar para mí, porque dejé los estudios, dejé mi familia, lo dejé todo”, expresó.
De acuerdo al director de la casa hogar “La 72”, Ramón Márquez, la situación de los migrantes ha tenido un giro en cuanto a la necesidad de permanencia en el país.
Son personas que están pidiendo apoyo para ser considerados como refugiados, ésto porque, por un lado, no pueden pasar a los Estados Unidos por las políticas migratorias proteccionistas.
“Dejaron de llegarnos únicamente jóvenes varones, cada vez son más numerosas mujeres, familias completas, adolescentes no acompañados, personas de diversidad sexual y de la tercera edad.
Así, la 72 pasó de ser un espacio para la atención de transmigrante, a ser un auténtico campamento de refugiados”, expresó. (Fuente: Tabasco Hoy)