El vólvulo gástrico es la dilatación estomacal ocasionada por la acumulación de aire, gas y líquidos. La acumulación de aire en el estómago probablemente se deba más a aerofagia. La fermentación de carbohidratos por medio de bacterias y la producción de gas en el ambiente ácido del estómago contribuyen a la acumulación de gases. La ingesta, secreciones gástricas y el transudado proveniente de la obstrucción venosa contribuyen a la acumulación de líquidos en el estómago.
Para que se entienda mejor, podemos decir que el estómago se hincha como un gran globo, el cual ejerce presión sobre las venas que llevan la sangre con impurezas impidiendo que “se limpie” y todos esos metabolitos quedan “estancados” en la sangre al no poder pasar y circular normalmente.
Factores de riesgo
Factores gástricos: se encuentran como factores de riesgo un aumento en la concentración de gastrina, menor motilidad gástrica y un llenado gástrico retardado, pero nunca se han demostrado.
Hábitos dietarios: los factores contribuyentes para el desarrollo de son dieta, grandes cantidades de alimento en cada comida, la frecuencia de comidas (una comida al día), un estilo de comer rápido y el ejercicio o el estrés luego de una comida.
Características y atributos físicos
Perros de razas grandes, perros con una gran proporción torácica profundidad a ancho, perros con bajo peso y perros viejos se encuentran en mayor riesgo de desarrollarla. Los perros con una personalidad activa podrían hallarse en menor riesgo.
¿Qué sintomatología tiene el perro?
– Arcadas improductivas (quiere vomitar pero no puede)
– Abdomen dilatado
– Salivación excesiva
– Disnea (dificultad para respirar)
– Mucosas congestivas
– Según las horas de evolución del cuadro el perro puede no incorporarse o tener pérdida de la conciencia.
– A la percusión del abdomen se siente timpánico. (como un tambor)
– Esplenomegalia (agrandamiento del bazo) y si hay torsión, hay una ubicación anatómica anómala del bazo.
¿Qué hacer?
Hay que acudir al veterinario inmediatamente. Corre peligro la vida del perro, incluso el procedimiento de descompresión es riesgoso, ya que hay que sedar al animal (en donde en muchos casos no se tiene un examen sanguíneo previo, o se trata de un animal añoso y hay más riesgos, o tiene otro tipo de patología que agrava el cuadro, etc.), hacer una punción gástrica (para aliviar la presión), colocar una sonda orogástrica para evacuar el contenido gástrico (agua, alimento, gas, etc.) con el riesgo de que si está torcido, no se pueda y haya que hacer una cirugía, realizar lavajes, controlar ecográficamente el bazo y estómago a ver que daño sufrió por la falta de irrigación, entre otras maniobras y posteriores cuidados.