Tras la cenas, abrir los regalos y desayunar en familia, quedan pocas excusas para seguir retrasando ciertos quehaceres… Conserva limpios tus manteles y servilletas con estos tips.
Igual que sucede con la vajilla y la cristalería, siempre hay un juego textil que se usa en ocasiones importantes.
Para que sigan impecables, aún después de los derrames de vino, guisos y chocolate, prueba alguna de estas soluciones:
Vinagre y detergente
Los compuestos naturales del vinagre actúan contra los pigmentos violáceos del vino.
Para eliminar los manchones, empápalos y deja todo en reposo por unos minutos.
Luego, añade unas gotas de detergente –mejor si es en gel y frota todo con un cepillo de cerdas suaves.
Por último, enjuaga con agua tibia y deja secar en un lugar sombrado.
Leche y sal
También puedes probar remojar el área en cuestión en leche –ayudándote con ligas–; o espolvorearla con sal, aunque no debes demorarlo más que unas horas o, a pesar de tus mejores intentos, la marca quedará visible.
Soda
Puedes meter los manteles y servilletas en la lavadora. Si la tela tiene rastros de grasa, primero échale talco; luego un poco de jabón líquido tibio y, en vez de enjuague, usa una lata de soda.
Agua caliente
Para no correr riesgos con el color de tus manteles, trata con agua hierviendo; bastará que sumerjas los textiles en un recipiente profundo.
Si necesitas un blanqueador natural, el limón te sacará de apuros, ¡pero no te excedas!