Los imanes o “magnetoterapia” se han convertido en los aliados de cuidados de salud y de belleza, así como complemento de los tratamientos de la piel del cuerpo y rostro. En cuanto a los cuidados faciales, el más reciente estreno es la mascarilla de arcilla magnética, la cual promete además de las bondades tradicionales de la arcilla, reparar a nivel celular la textura y juventud de tu piel ya que reactiva eléctricamente la circulación tisular, permitiendo desinflamar y borrar daños por el paso del tiempo.
¿Qué es?
Es una mascarilla de color negro o gris oscuro y se compone de microlimaduras de metal, no, no te asustes, estos son en sí minerales originales del Mar Muerto que poseen carga electromagnética y que con la ayuda de un imán, que complementa el kit, reactivan las funciones celulares de la piel.
Dentro de su composición gomosa también encontrarás aceites esenciales naturales, que ayudarán a mantener tu piel hidratada y humectada y en un nivel óptimo de matificación durante varios días después de aplicarla.
¿Cómo se usa?
Su textura sin duda será muy diferente a las mascarillas que hayas probado antes, ya que como mencioné antes es muy gomosa, es decir no es tan fluida como las mascarillas tradicionales, pero es perfectamente normal gracias a la gran cantidad de minerales que posee. Como siempre no olvides limpiar tu piel antes de aplicar cualquier tratamiento.
1. Aplícala con paciencia extendiendo una capa media sobre todo tu rostro evitando la zona de los ojos y boca.
2. Déjala actuar de 5 a 10 minutos.
3. Cubre el imán que acompaña tu mascarilla con un pañuelo desechable y pasa sobre todo tu rostro a una distancia de medio centímetro, la mascarilla se desprenderá siguiendo al imán y tu piel estará limpia en solo unos segundos.
Si tienes más de 35 años esta mascarilla es ideal, ya que promete resultados sorprendentes en marcas de expresión, inflamaciones y arrugas desde la primera aplicación. Si tu preocupación es la tonicidad, el óvalo de tu piel jamás habrá lucido más definido.