En los pasados juegos olímpicos fue todo un acontecimiento la revelación del cupping como una de las terapias que los atletas implementaban para curar sus lesiones y desinflamar molestias musculares, entre otros beneficios.
Todos nos impresionamos al ver aquellas marcas oscuras sobre sus cuerpos, aunque en realidad no es indispensable que estas marcas sucedan en todos los casos, ya que depende de la persona, su sensibilidad de piel e incluso de la forma en la que apliquen la técnica.
En nuestro país muchos conocen esta terapia como “ventosas” y resultan prácticamente lo mismo, pues se usan los mismos elementos bajo el mismo concepto: recipientes de vidrio o acrílico en forma de copas de diferentes tamaños que se “sellan” (regularmente con calor) al vacío sobre la piel para adherirse vía cutánea a los músculos y realizar desde drenajes, hasta ajustar tendones y nervios.
Pues bien, ahora quiero compartirte que esta misma técnica es toda una sensación aplicada al rostro, aunque con ligeras variantes, no se emplean copas de materiales rígidos, sino de silicón o plástico flexible que al “bombearse” sobre la piel del rostro se “adhieren” sin necesidad de calor.
¿Qué obtienes al usar esta técnica en el rostro? Además de drenar la linfa que resulta en desinflamación instantánea del rostro, mejoras la circulación sanguínea, con esto observarás una piel tonificada y con mayor elasticidad.
Al tener un drenaje constante (por lo menos una vez por semana) evitas la acumulación de toxinas y mantienes las proteínas circulando por todo tu rostro y cuello, gracias a esto puedes evitar flacidez y la pérdida de elastina y colágeno, fundamentales en todas las zonas del rostro y contorno del óvalo.
¿Lo mejor de esta técnica? Es increíblemente sencilla de aplicar en casa, seguir un tutorial y adquirir las minicopas de la terapia es muy sencillo en internet, además de económico, así que no perderás dinero o tiempo y te garantiza resultados comprobados científicamente. No pierdes nada con probarlo.
Tip: Mantén limpias las copas con agua y jabón neutro, y úsalas siempre con el rostro limpio; puedes acompañar tu masaje de un sérum nutritivo que apliques desde la frente hasta la base del cuello.