Amigos vitales, hoy hablaremos de un tema muy común en nuestra forma de vida actual: comer fuera de casa, dependiendo de la edad, la mayor parte de la población urbana comemos en algún momento fuera del hogar, si no es que todo el día para muchos.
La modernidad ha obligado literalmente a darle de comer a nuestro cuerpo en donde nos toque el hambre.
Aquí les planteó las siguientes pautas para no desequilibrar nuestra alimentación fuera de casa:
1. Organizar y realizar preparaciones en casa para consumirlas, sea en la escuela o en el trabajo.
2. Planificar la despensa y cocinar para cuatro o cinco días para ensamblar las preparaciones por la mañana, con esto se reducen los tiempos.
3. No salir de casa sin consumir una precarga (un licuado de avena más fruta más almendras), esto permitirá que en la reunión de comida o cena, asistas con menor hambre.
4. Llevar siempre contigo frutos secos más pasitas o arándanos, ideales como comodines para no prolongar el ayuno.
5. Preferir establecimientos que logren ofrecer comidas completas (verduras, cereales y productos de origen animal).
6. Dedicar un fin de semana para adquirir recipientes adecuados para las preparaciones fuera de casa.