Si estás pensando disponer de una técnica sencilla y eficaz para reorganizar tu casa, despacho y espacio, simplifica tu vida y liberarte de la pesadilla de no encontrar lo que buscas, te presentamos un decálogo del orden.
1. Fija un objetivo razonable.
No es razonable pretender ordenar una casa entera de golpe, por lo que es mejor elegir un objetivo razonable para el tiempo que se pueda invertir, como una habitación, la cocina, el baño, el trastero o un armario y enfocarse en ese objetivo, pero no parar hasta terminar.
2. Lo primero es vaciar.
Tanto en el caso de un armario como en el de una librería, la despensa o el archivo de documentos, se recomienda vaciar todo el contenido de una vez.
3. Establecer categorías:
Clasificar.
Una vez vaciado el armario y con todo a la vista, hay que clasificarlo: si se trata de ropa, clasificar por prendas, juntando todos los pantalones, todas las camisetas, todos los jerseys, todo el calzado.
4. Quédate con lo esencial.
Para poder elegir la ropa que se queda y la que se va conviene hacerse estas preguntas: ¿me queda bien?, ¿me gusta? ¿lo voy a utilizar?.
5. Cada cosa en su lugar.
Para conseguir que el orden se mantenga, el secreto es que cada cosa tenga su sitio y que se pueda volver a él casi sin pensar.