No hay nada más aterrador que ver a tu mascota durante una convulsión. Saber qué hacer durante esta crisis, es muy importante para mantener a todos los presentes seguros y también para que puedas ayudar a tu veterinario a hacer su trabajo, al aportarle toda la información necesaria.

Aquí, lo que debes hacer:

• Despeja el área alrededor de tu mascota y ajusta su entorno. Con esto, evitarás que se golpee la cabeza, ruede escaleras abajo, se caiga del sillón. Mueve la mesa o los objetos cercanos con los que pueda golpearse o coloca almohadas entre tu mascota y los muebles cercanos o el piso.

• Mira tu reloj y cronometra la duración de la convulsión. ¡La duración es relevante!

• Observa de cerca a tu mascota, pero NO INTENTES CONTENERLA. Durante una convulsión, tu mascota no está consciente de su entorno y no sabe lo que hace, así que pueden morder, rasguñar o golpearte con la cabeza.

• Prepárate para llevar a tu mascota al veterinario. Si la convulsión dura más de cinco minutos, ve a la clínica veterinaria más cercana. La mayoría de las veces, la convulsión para en cuanto terminas de calzarte los zapatos.

• En cuanto la convulsión termine, anota la duración. En una crisis, la convulsión te parecerá eterna y puede que solo durara dos minutos.

• Una vez que la convulsión activa termina, tu mascota tendrá una fase postictal.

• Los perros y los gatos parecen mareados o desorientados en la fase postictal. No obligues a tu mascota a caminar, déjala tranquila, sin ruido, hasta que esté totalmente recuperada.

• Esta fase normalmente durará menos de una hora, aunque los neurólogos reportan que puede durar ¡hasta cinco días

• Si la convulsión duró de uno a tres minutos y la fase postictal menos de 20 minutos, y ahora tu mascota actúa con normalidad, puede ser que no necesites preocuparte en exceso. La realidad es que muchas mascotas pueden presentar una convulsión única en sus vidas y nunca más volver a convulsionar.

• Dependiendo de la edad y raza de tu perro, los veterinarios buscaremos enfermedades específicas. Existen tratamientos efectivos para el control de las convulsiones. Tu veterinario decidirá qué medicamentos utilizar.