Hola amigos, es un placer estar nuevamente con ustedes, les deseo un nuevo y próspero año nuevo lleno de metas y logros; hoy les voy a explicar un poco sobre los parásitos internos en nuestras mascotas. La mayoría de los parásitos internos o endoparásitos son gusanos redondos y gusanos planos (lombrices y tenias, respectivamente) como también los organismos unicelulares que pueden existir en el intestino de perros y gatos.
¿Cuáles son los gusanos redondos y como se diseminan?
Los gusanos redondos son el parásito intestinal más común en los perros y gatos en el mundo. Los animales infestados con lombrices intestinales pasan la infección a otros animales cuando los huevos del gusano se transforman en formas larvarias y están presentes en las heces del animal (material fecal). Su mascota puede infestarse comiendo tierra contaminada, lamiéndose el pelaje o las patas contaminadas, o bebiendo agua contaminada.
Las hembras caninas infestadas pueden pasar la infestación a sus cachorros antes del nacimiento o cuando son alimentados a través de la leche materna. Las hembras felinas parasitadas no infestan a sus gatitos antes del nacimiento vía transplacentaria, pero pueden pasar la infestación cuando los gatitos son alimentados a través de la leche materna.
¿Cuáles son los riesgos a la salud?
Los cachorros y los gatitos son más propensos a la infestación con los gusanos redondos. Porque las lombrices intestinales viven en el intestino delgado, ellas roban los nutrientes del alimento de su mascota cuando esta come y esto los puede llevar cuadros de desnutrición y problemas intestinales. Cuando las larvas migran a través del cuerpo del animal, los cachorros pueden desarrollar serios problemas respiratorios como la pulmonía.
Las infestaciones con la lombriz intestinal son clasificadas como zoonosis, lo que significa que estas enfermedades de los animales pueden ser transmitidas a los seres humanos. La mayoría de los contagios provienen de ingerir accidentalmente la larva del parásito o la larva puede penetrar a través de la piel. Por ejemplo, los niños tienen un mayor riesgo para la infestación si juegan en áreas que pueden estar contaminadas con excremento como los montones de suciedad y areneros (cajas con arena), y ellos se contaminan sus manos con larvas.
Cuando las personas no reciben el tratamiento adecuado, si las larvas penetran en los órganos u otros tejidos, causando daños en el pulmón, cerebro o hígado. Si la larva de la lombriz intestinal migra a los ojos, puede producir ceguera parcial o permanente.