Cuando adquieres un perro, educarlo entra dentro de tus responsabilidades. Por tanto, enseñarle a comportarse en la terraza de un bar o restorán es solo cuestión de ponernos manos a la obra.

Como punto de partida, debemos tener en cuenta que no a todo el mundo le gustan los animales, y por tanto, llevarlos amarrados con la correa es la regla de oro que aún muchos, aunque a algunos les sorprenda, desconocen. Un perro sucio o mojado puede desprender un olor muy fuerte y los que están a nuestro alrededor no tienen por qué soportarlo.

Pasos:

1. Enséñale la orden de “tumbado”. Con golosinas especiales para perros, intenta atraerlo para que te sigan. Cuando hayas conseguido su atención, acerca la golosina a su nariz, reteniéndola para que no se la coma. Da la orden “tumba” y acto seguido baja la mano para que él la siga y se tumbe. Es en este momento cuando recibirá el premio.

2. Cuando hayas conseguido que el perro se tumbe, rápidamente da la orden de “quieto”, pero sin moverte de su lado. Conforme se vaya entrenando con este ejercicio, amplía el tiempo de espera desde el momento que das la orden de “quieto” hasta que recibe el premio.

3. Enséñale también los quietos a distancia, te ayudará para reforzar este ejercicio. Para ello, debe tener bien aprendida la orden de “quieto”. Debe ir separándote tanto en distancia como en tiempo paulatinamente y siempre finalizar el ejercicio volviendo hacia él y ofreciéndole un premio.

(Redacción / GRUPO CANTÓN)