La ciencia está de acuerdo en que los colores ejercen un poder sobre el estado de ánimo de los niños y también pueden mejorar la concentración, disminuir o aumentar la agresividad, ayudar a conciliar el sueño o estimular la memoria.
Tabla de los colores
Blanco. Es el mejor para decorar las habitaciones de nuestros hijos, ya que es el que transmite pureza, calma y orden visual, y por tanto, es el mejor para incentivar la creatividad.
Rojo. Aporta energía y vitalidad, pero también puede producir algo de agresividad. Es recomendable para niños más retraídos o tímidos, y debe evitarse en el caso de niños con hiperactividad o que tienden a exteriorizar su enojo con rabietas.
Amarillo. Es un color ligado al estímulo intelectual; muy beneficioso para estimular la concentración y muy útil para niños con depresión, ya que transmite mucho optimismo.
Azul. Se trata de un color relajante que transmite serenidad y paz. Muy indicado para niños con problemas para dormir. No está indicado para niños tranquilos.
Verde. Los psicólogos dicen que el verde consigue el equilibrio. Es un color excelente para transmitir armonía y calmar el sistema nervioso. Incluso puede ayudar a mejorar la capacidad lectora, tanto en velocidad como en la comprensión. Ideal para niños más nerviosos o con problemas para manejar sus emociones.
Naranja: Este color es una perfecta combinación de los beneficios del color rojo y el amarillo. Además, estimula la comunicación (perfecto para niños a los que les cuesta más hacer amigos) y algunos psicólogos aseguran que también es bueno para niños con poco apetito.
Morado. Este color combina la tranquilidad del azul y la energía del rojo, por lo que es un color bastante equilibrado y muy ligado a potenciar la intuición de los pequeños de la casa.
(Redacción / GRUPO CANTÓN)