Si hay algo que caracteriza a la mayoría de las mesas navideñas es la gran cantidad de comida que se prepara.

Por lo general, la mayoría de las familias come las sobras de Navidad por varios días.

Lo peor de todo es que una semana después se festeja el Año Nuevo y la historia vuelve a repetir. Por eso, queremos darte algunos consejos para que organices tu cena sin desperdiciar comida:

Disminuye la cantidad de comida. Es importante ser realista acerca de la cantidad de comida que vas a servir en la cena de Nochebuena.

No tengas miedo de parecer un poco mezquino, pues quizá lo que a ti te parece poco es suficiente para todos.

Haz una lista de compras. Antes de salir de compras, crea una lista con lo que vas a necesitar y no te salgas de ella.

Evita comprar cosas que no necesites.

De esta manera no solo ahorrarás dinero, sino que tampoco tendrás tantas sobras.

Achica las porciones. Usa moldes y bandejas de tamaño pequeño.

Esto, además de reducir la cantidad de sobras, evitará la acumulación de platillos en la mesa.

No obligues a la gente a comer todo. Deja que tus invitados elijan qué es lo que desean comer.

Si en tu cena de Nochebuena hay una gran variedad de platos, lo ideal es que cada uno se sirva lo que le guste.

Obligar a las personas a comer todo solo hará que no terminen lo que tienen en el plato, lo que duplicará las sobras.

No tires nada. Guarda las sobras en recipientes adecuados. Separa lo que se puede guardar en el congelador de lo que va en el refrigerador y etiqueta cada cosa.

Dona las sobras. Si te gusta ayudar, dona la comida que te sobró a diferentes comedores comunitarios o instituciones, siempre y cuando esté en condiciones.

Recicla. Prepara nuevos platillos con las sobras. Por ejemplo, si tienes pollo frío, añádele mayonesa o queso crema y arma unos ricos sándwiches o prepara un exquisito risotto.

Lo mismo ocurre si tienes pavo o pescado.