Las estrías son pequeños desgarres por debajo de la piel que aparecen por herencia, por subir y bajar de peso continuamente y de manera drástica, o a consecuencia de los embarazos.
Entre los tratamientos más comunes se encuentran la aplicación de aceites y cremas especiales que contienen mantequilla de cacao o de karité y colágeno, así como vitaminas A, C y E.
Si tienes estrías o estás embarazada, un buen consejo es untar estos productos en abdomen, rodillas y busto.
Para las estrías rojas es recomendable aplicar, todas las noches, una capsulita de vitamina E en la parte afectada. Si eres constante, notarás la diferencia.
También puedes preparar tu propia crema mezclando la pulpa de medio aguacate con una cucharada de limón y otra de miel. Aplica la mezcla cada día, con suaves masajes circulares y ascendentes, en muslos, caderas y vientre.
Para disimularlas, ralla una zanahoria y agrégale un poco de agua; comprímela para sacarle el jugo y cuélala. Mezcla este líquido con aceite de almendras y úntalo en el área afectada todas las noches antes de dormir.
Otro remedio es mezclar 10 cucharadas de aceite de almendras con 5 gotas de aceite de lavanda y con un algodón aplicar dos veces por semana en la zona afectada. Su apariencia irá disminuyendo hasta casi desaparecer.