Agencias
CIUDAD DE MÉXICO
El agua es la fuente de vida de nuestro planeta. Es de tal importancia, que cada 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua, fecha que fue designada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, atendiendo la recomendación realizada en 1992 durante la Conferencia de ONU sobre Medio Ambiente y Desarrollo celebrada en Río de Janeiro.
Desde su aprobación, ONU destina cada año a focalizar un tema relacionado: para este 2016, y en vinculación con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), se pone énfasis en ‘Agua y trabajo’, haciendo referencia a cómo tanto el agua como el trabajo tienen la capacidad de transformar la vida de las personas: el agua es esencial para la supervivencia y el medio ambiente; y la economía y el trabajo de calidad proporcionan ingreso y allanan el camino hacia los avances económicos y sociales.
Según la ONU, la mitad de los trabajadores del mundo –unos mil 500 millones de personas- trabajan en sectores relacionados con el agua, y casi todos los puestos de trabajo, con independencia del sector, dependen directamente de ésta.
“Sin embargo, a pesar del vínculo indisoluble entre el trabajo y el agua, millones de personas cuyas vidas dependen del líquido elemento a menudo no son reconocidos o protegidos por los derechos laborales básicos”, añade la organización.
Para la fecha el secretario general Ban Ki-Moon ha emitido un mensaje donde remarca que “para eliminar los múltiples problemas relacionados con el agua, debemos trabajar con un espíritu de cooperación urgente, con mente abierta a las nuevas ideas y la innovación, y dispuestos a compartir las soluciones que todos necesitamos para un futuro sostenible”.
Por su parte la directora general de la UNESCO, Irina Bokova, con motivo del Día Mundial, emitió también su mensaje donde recuerda que si bien “entre 1990 y 2010, dos mil 300 millones de personas lograron acceder a mejores fuentes de agua potable. Se trata de un dato positivo, pero no suficiente. Todavía hay más de 700 millones de personas que no tienen acceso a agua limpia y potable para llevar una vida sana”.
La funcionaria pone especial énfasis en que “la calidad del agua y el saneamiento siguen siendo fundamentales para ofrecer un medio de vida decente. De los 2.3 millones de muertes que se producen al año en el ámbito laboral, un 17 por ciento puede estar vinculado con enfermedades transmisibles y el consumo de agua contaminada”.