Recientes estudios han verificado que comer con las manos desde edades tempranas reporta muchos beneficios para la salud de tu bebé.
Esto es divertido para ellos y les ayuda a descubrir nuevos sabores y texturas. Serán ellos mismos quienes sientan curiosidad por probar alimentos y no será una obligación.
Beneficios
Mejora su motricidad fina, usando sus manitas como una pequeña pinza e intentando atinar en la boca.
Desarrolla la coordinación mano-ojo.
Se divertirá más y, por lo tanto, se sentirá más propenso a probar nuevos alimentos, además de sentir la satisfacción de autoalimentarse, desarrollando su autonomía y seguridad en sí mismo.
Este tipo de alimentación es muy recomendable siempre que sea a partir de los nueve meses de edad, momento en el que el niño empieza a sentarse solo sin caerse, ha perdido el reflejo de escupir con la lengua lo que tiene en la boca y comienza a sentir interés por la comida.