La ciencia ha demostrado recientemente que ser generoso puede no solo ayudarnos en el proceso de vincularnos con otras personas, sino también en promover nuestro bienestar.
Por eso te compartimos las razones que demuestran que la generosidad puede realmente ayudarte a ser más feliz.
Ser bondadoso con los vecinos. No solo los del vecindario, sino los que trabajan y viajan por la vida con nosotros. La bondad no es solamente un proceso que acerca, sino que además impulsa e inspira a los demás.
Ponte tu ropa favorita aunque no salgas de casa. Sentirnos cómodos y a gusto con nosotros mismos es una sensación que nos inspira paz, armonía y claridad. Ya sea usando nuestras prendas favoritas, o consintiéndonos con una merienda deliciosa, o quizás un masaje o visita al spa, mimarnos nos ayuda a concentrar la energía en nuestros propósitos.
Abraza a alguien que lo necesita. Todos compartimos la experiencia de la vida y sabemos que hay ratos en que no nos sentimos al 100 por ciento. Una sonrisa o un abrazo puede hacer toda la diferencia.
Date gusto sin pensar en el costo. El costo de algo no es necesariamente monetario. Hay momentos que cuestan tiempo o esfuerzo o sacrificios.
Haz un favor anónimo. De nuevo, toma tiempo y observación pero una vez que identifiques a alguien que necesite algo, si está en tu poder, haz un favor y olvida el ego.
Empieza una amistad. Tener amigos es algo invaluable, pero aún más el poder brindar la amistad a alguien más.
Reconoce lo positivo en lo negativo. Toda experiencia tiene su razón de ser.
Te ayuda a despegarte de las cosas. Mientras más apegado estés a algo material, más infeliz puedes ser. El proceso de despegarte de la necesidad de lo material te libera, disminuye tu estrés y te da felicidad.
Te ayuda a recordar que existen personas que no tienen lo que tú. En fin, te hace más agradecido.
Te da un sentido de propósito. Cuando inviertes todo tu dinero y tiempo en ti invariablemente pierdes sentido de propósito en tu vida y comienza a crearse un sentimiento de vacío. Normalmente creemos que ese vacío se llena con un nuevo “juguete”. El problema es que se incrementa el sentimiento de vacío en ti. Ser generoso rompe el ciclo y te alinea con un plan.
(REDACCIÓN GRUPO CANTÓN)