AGENCIAS
GRUPO CANTÓN
Ponerse en forma no es fácil. Pero después de todo ese arduo trabajo, ¿cuánto tiempo lo mantenemos realmente? Resulta que, incluso con el gran esfuerzo que dedicamos al entrenamiento, tomarse un tiempo de descanso puede significar perder la forma mucho más rápido de lo que tardamos en adquirirla.Para entender cómo el cuerpo pierde la forma, primero tenemos que entender cómo nos ponemos en forma. La clave para ponerse en forma, tanto si se trata de mejorar la aptitud cardiovascular como la fuerza muscular, es superar la “carga habitual”.
El tiempo que se necesita para ponerse en forma depende de varios factores, como el nivel físico, la edad, la intensidad del ejercicio e incluso el entorno. Pero algunos estudios indican que incluso seis sesiones de entrenamiento a intervalos pueden aumentar el consumo máximo de oxígeno (V02 máx.), una medida de la condición física general, y mejorar la eficacia de nuestro cuerpo para abastecerse de combustible utilizando el azúcar almacenado en nuestras células durante el ejercicio.
En el caso del entrenamiento de fuerza, se puede observar un aumento de la fuerza muscular en tan solo dos semanas, pero los cambios en el tamaño de los músculos no se verán hasta las 8 o 12 semanas.
Cuando dejamos de entrenar, la rapidez con la que perdemos la forma física también depende de muchos factores, incluido el tipo de forma física de la que hablamos (como la fuerza o la condición cardiovascular).
En cuanto a la fuerza, las pruebas demuestran que, en la persona promedio, 12 semanas sin entrenar provocan una disminución significativa de la cantidad de peso que podemos levantar. Afortunadamente, las investigaciones demuestran que se mantiene parte de la fuerza que se ganó antes de dejar de entrenar. Lo que resulta intrigante es que, a pesar de la importante disminución de la fuerza, existe una mínima disminución del tamaño de las fibras musculares.