Hace unos días te di cinco tips para mejorar la iluminación de tu casa, aquí van cinco más.
Coloca una ventana de tejado.
Es perfecta tanto para hacer habitable una buhardilla como para introducir luz natural hasta el último rincón. Hay modelos para todo tipo de tejados, sea cual sea su inclinación, y presentan una instalación cada vez más simplificada, los hay de accionamiento manual y motorizados con mando a distancia (para techos de difícil acceso).
Tragaluces
Los tragaluces y tubos solares están más indicados para llevar luz natural a un pasillo oscuro, un baño interior o hasta una planta baja sin salida al exterior o un sótano.
Pintura: hágase la luz.
Una mano de pintura en un color claro es la reforma más simple y económica para aportar luminosidad a una habitación. El blanco es el color ideal, ya que refleja prácticamente toda la luz que recibe, aunque no todos son iguales: si la habitación recibe poco sol directo, evita los tonos más puros y azulados y elige uno con una pequeña dosis de amarillo. ¿Quieres más luz? Elige una pintura con cargas minerales o una con un acabado satinado.
Pon una nota de brillo en casa
Y si el blanco es el color de la luz, los acabados brillantes son sus mejores aliados. Por muy de moda que estén las baldosas mates, piensa que las superficies con brillo multiplican la luz que reciben a la manera de los juegos de espejos. No dudes en elegir cerámica esmaltada brillante en espacios con poca luz natural, como baños y cocinas, y sacarle todo el partido dirigiendo puntos de luz escogidos hacia paredes y suelos.
No olvides la iluminación artificial
Tanto si tienes la suerte de tener una casa con buena luz natural como si no, aprovecha la reforma para diseñar un proyecto lumínico que la complete.