¿Sabías que en nuestro país el consumo de sal es casi el doble de lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS)?, pero, ¿cómo se puede quitar la sal de la dieta?
Somos expertos en agitar el salero con singular alegría. Sin embargo, este mal hábito alimenticio contribuye al surgimiento de diversas enfermedades como hipertensión, insuficiencia renal y obesidad, entre otras.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud realizada por Instituto Nacional de Nutrición Salvador Zubirán, en 2009, en el caso de los hombres el consumo diario de sal es de nueve gramos, mientras que el de las mujeres es de siete.
¿Cómo sustituir este rico condimento?
En opinión de la jefa de Nutrición y Dietética del Hospital General, Rosa Isela Gallegos Huerta, en las dietas actuales, los alimentos procesados de fácil preparación o pre-cocidos contienen cantidades excesivas de sal, así como en los embutidos o carnes frías, pan, pastas instantáneas, frituras, queso y platillos preparados.
Para controlar y, en lo posible, evitar tanto consumo, la especialista recomienda aprender a sentir los sabores sin agregarles sal, y sustituirla por hierbas aromáticas y especias, ya que lo deseable es reducir la ingesta a sólo dos gramos diarios, lo que equivale a la pérdida de sodio por transpiración, orina y heces.
Una última recomendación: revisa las etiquetas cuando vayas de compras. Busca el contenido en sodio, que es el equivalente a la sal, y descarta los productos que tienen más contenidos. Procura no consumirlos con frecuencia o elimínalos de tu dieta si no te son imprescindibles. Y tú, ¿cómo sustituyes la sal? (Fuente: Salud180)