Le gestión empresarial debe resolver eficazmente los conflictos que surjan en el ambiente laboral, ya que afectan el rendimiento de los empleados y la fluidez del ritmo de trabajo, lo que puede perjudicar los objetivos de la compañía. Es inevitable que la presión y las diferencias personales generen conflictos entre compañeros de trabajo o hacia una tarea en particular, por lo cual te ofrecemos una guía práctica para promover una cultura corporativa de autogestión y eficiencia.
Causas del conflicto laboral
1. Desarrollar talleres
Crear espacios para resolver conflictos es una manera de capacitar al personal en el enfrentamiento de inconvenientes que surgen cotidianamente, manteniendo la continuidad del negocio que puede perjudicarse con las interrupciones. Es conveniente que durante los talleres se traten temas como negociación, mediación, prevención del bullying y grupos de gestión.
2. Agregar talleres al sistema formal
Los talleres serán una instancia más en la jornada laboral, como cualquier reunión de capacitación que efectúa la empresa. Volverlos parte del sistema formal hace que el proceso se desarrolle naturalmente y los empleados adquieran las habilidades como si se tratara de cualquier otra competencia necesaria en el mercado laboral. Además, es una manera de alentar y exigir a los trabajadores en conflicto que participen de los talleres destinados a enseñarles cómo gestionar estas asperezas.
3. Enseñar técnicas de resolución
Los empleados deben conocer las implicaciones de su rol para comprender cuáles son sus responsabilidades y apegarse a ellas, evitando que se produzcan conflictos por malentendidos o carencias de habilidades específicas. Junto a sus tareas, el trabajador debe contar con técnicas que lo ayuden a gestionar potenciales problemas que pueda tener en su trabajo. Es imprescindible nombrar a una persona para que desempeñe la función de coach en la empresa, transmitiendo buenas prácticas para lograr una fluidez en el ritmo de trabajo.
4. Centrar esfuerzos en el conflicto
La clave es focalizarse en el problema, no en las personas que generaron esta situación. Es una manera de poder analizarlo con mayor objetividad y velar por el bien de la empresa. El conflicto promueve la competencia por lo cual tendrás que ofrecer un marco positivo de resolución para aplacar las diferencias. Otro punto crucial es explorar a fondo los intereses de cada parte para determinar cómo proceder y qué camino recorrer para truncar el nacimiento de posibles situaciones adversas.
5. Ofrecer feedback
Obviar indicaciones sobre cómo alguien puede mejorar su trabajo, conduce a la frustración, el aburrimiento y la desmotivación laboral. Del mismo modo que ahorrarse las felicitaciones cuando una tarea está bien hecha, ya que conocer lo que se hace bien es un incentivo para seguir por el mismo camino.
Por otro lado, la retroalimentación negativa o vacía es incluso más infructífera que la inexistente porque crea un conflicto destructivo en el ambiente laboral. La retroalimentación adecuada permite la formulación de preguntas, las contesta, se mantiene positiva, detalla acciones y describe estados de ánimo respecto a tareas específicas o situaciones puntuales.
6. Completar registros
En toda compañía se debe completar un registro de actividades para adelantarse a los malentendidos por desinformación. Los empleados tendrán acceso a bases de datos y documentos compartidos con las indicaciones pertinentes y un panorama general de lo que se viene haciendo. Los registros requieren mantenimiento para asegurar un desempeño eficaz que permita autogestionar algunas dudas que puedan surgir.
Aspectos para tener en cuenta en la resolución de conflictos laborales
(Fuente: Indice.pr)