Agencias
CIUDAD DE MÉXICO.
La Tierra está expuesta a una continua variación del clima al que la fauna y la flora no siempre pueden adaptarse a tiempo, como les ocurre a algunas especies de aves.
Sin embargo, no todas están bajo la amenaza del cambio climático; algunos pájaros incluso se verían beneficiados, así lo revela un estudio publicado esta semana en Science.
Un equipo científico liderado por la Universidad de Durham (Reino Unido) presenta por primera vez un sistema de predicción del impacto en las aves del hemisferio norte.
A partir de las tendencias obtenidas en cada grupo, los investigadores obtuvieron el índice de impacto climático para cuantificar el daño que causan los cambios en el clima sobre la población de las aves comunes.
Los resultados demuestran que “mientras algunas se ven beneficiadas, sus poblaciones aumentan y su distribución geográfica se amplía; otras poblaciones se ven desfavorecidas y su área de dispersión mengua”, explica Virginia Escandell, una de las autoras de la investigación y técnico de SEO/BirdLife.
En el caso de las aves más perjudicadas, “la temperatura, las sequías y las condiciones climáticas adversas pueden hacer menguar su eficacia reproductora, aumentar su mortalidad o modificar el hábitat que necesitan para sobrevivir”, señala a Sinc Lluis Brotons, otro de los autores y científico en el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF).
Para el análisis, los investigadores consideraron 380 especies de pájaros de Estados Unidos y 145 de Europa, lo que supone el 89 por ciento de los pájaros nidificantes del Continente Europeo.
En el caso español, el programa de seguimiento de aves SACRE ha permitido el estudio de 96 especies “gracias a la información facilitada por voluntarios desde 1998”, informa Escandell.
Las poblaciones ibéricas más comunes del sur, como el abejaruco (Merops apiaster), el petirrojo europeo (Erithacus rubecula) o el pico picapinos (Dendrocopos major), son de las 37 especies que resultarían favorecidas por el calentamiento global.
Por el contrario, las aves de zonas frías, como el pinzón real (Fringilla montifringilla), el carbonero montano (Poecile montanus) o el escribano cerillo (Emberiza citrinella), pertenecen a los 59 tipos cuyas poblaciones han sufrido declive.
Una vez calculado el índice de impacto, el equipo concluyó que “las aves se habían visto afectadas de manera similar tanto en Europa como en Estados Unidos”, declara la experta de SEO/BirdLife.
“La diferencia radica en que en Europa se detecta una importancia mayor de los impactos negativos, mientras que en América parecen dominar los positivos”, apunta Brotons.
Este trabajo abordó el impacto del calentamiento global sobre las poblaciones a gran escala, lo que permitió ver más lugares de distribución.
Factores que influyen
Aunque el cambio climático no es el único factor que afecta a las poblaciones de aves, también están el deterioro del hábitat o la deforestación, sí es el problema más reciente y de mayor alcance. Sin embargo, su impacto es muy complejo y difícil de medir. Afecta a la distribución geográfica de cada especie, a su abundancia relativa e incluso a la conducta y fisiología de los pájaros.
Además, este impacto no siempre es negativo, con muchas especies prosperando en zonas donde antes no medraban.