Una de las razones principales por las que las personas eligen a un gato como animal de compañía es porque son, en general, muy “independientes”, pueden permanecer solos por largos períodos y no necesitan estar acompañados de otros gatos.
Y es cierto que los gatos son autosuficientes en muchos aspectos, sin embargo… ¡sí nos necesitan! Les gusta que los atendamos, mimemos y amemos. Por eso, es importante ayudarles a aprender a estar solos, mientras salimos a realizar nuestras actividades.
Los gatos silvestres obviamente no tienen este problema, ya que pasan el día ocupados mientras cazan, duermen, comen y acechan, repitiendo estos ciclos varias veces durante el tiempo que permanecen despiertos.
Sin embargo, nuestros gatos domésticos, que viven en casa, pueden sentirse solos y frustrados cuando no hay nadie cerca y no encuentran con qué distraerse. En estas condiciones, pueden desarrollar un problema conductual que vemos con más frecuencia en los perros: ansiedad de separación.
La ansiedad de separación suele presentarse sobre todo en gatitos que fueron separados a muy temprana edad de la madre. El estrés y el luto pueden ser también factores importantes. Así lo vemos en los gatos que pierden a su dueño, ya sea por muerte o separación.
Pero… ¿cómo saber si tu gato sufre de ansiedad de separación? Muy fácil. Tu gato te sigue a todas partes. Cuando sales de casa, llora, maúlla, no come o se deprime.
Puede incluso expresar su frustración orinando o defecando fuera de su arenero sanitario, orinando los muebles o la ropa, vomitando, acicalándose compulsivamente hasta dejarse zonas sin pelo en el cuerpo, rasguñando muebles, etc.
Todas estas conductas son la forma de tu gato de expresar que está solo, aburrido o temeroso. No lo hace por molestarte, sencillamente así descarga su estrés e intenta sentirse un poco mejor. Así que por favor, ¡no castigues a tu minino! Recuerda, además, que los gatos no aprenden con refuerzos negativos.
Lo que te sugiero, es aumentar la estimulación, procurar que se sienta menos solo y aburrido. Convierte tu casa en un espacio más divertido para tu gato. Por ejemplo, los juguetes en los que puedes esconder premios, tipo “rompecabezas” lo mantendrán ocupado por un buen rato.
Recuerda no usar premios con alto contenido energético. Mejor usa sus croquetas habituales, en lugar de servirle la clásica montaña de comida en su plato.
Puedes esconder algunas plantas aromáticas, en diferentes ubicaciones de la casa. Solo ten cuidado de elegir aquellas que no representen un peligro para tu gatito. Recuerda que muchas plantas son tóxicas.
Cuando estés en casa, convive más con tu gato. Juega con él y atiéndelo, pero no inmediatamente al llegar. Deja que se calme durante algunos minutos, incluso ignóralo al principio. Una vez tranquilo, puedes llamarle y empezar a interactuar con él. Este tip es importante también en los perros, pues si no lo sigues, es probable que aumente la ansiedad de separación.
(Claudia Lewy S.)