Categorías: Vivir Bien

¡A disfrutar el verano!

Las vacaciones son una época muy favorable para que los niños establezcan un mayor contacto con familiares más lejanos.

Aprenderán a relacionarse mejor con los abuelos, tíos, primos, en un ambiente distinguido. Conocerán su rol dentro del grupo.

Con el buen tiempo, pasarán horas al aire libre, lo que facilita el desarrollo psicomotor del niño, que conocerá nuevas habilidades y puede que se pegue un estirón. En un viaje, el niño aprenderá mucho del entorno donde esté, sea en el mar o en la montaña.

Las vacaciones es un período que ofrece grandes experiencias no solo para los niños como también para los padres.

Al disminuir las obligaciones laborales, se aumenta la relación afectiva entre ambos. Si deciden viajar a zonas de playa o de montaña, los niños descubrirán lugares emocionantes con paisajes, objetos, animales…

El yodo del agua del mar ayudará en el fortalecimiento de los huesos de los niños, mejorará su apetito y su circulación sanguínea. Aparte de eso, fortalecerá su inmunidad, protegiéndoles de enfermedades respiratorias.

Con la arena de la playa, los niños disfrutarán apasionadamente. Si caminan descalzos, el contacto con el suelo de arena le ayudará a formar sus pies.

El aire puro de ese ambiente, favorecerá a su capacidad pulmonar, a su apetito y sueño. El contacto con la naturaleza, sin duda alguna, les blindará de salud, de conocimientos, de experiencias y bienestar.

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(Redacción / GRUPO CANTÓN)

Publicado por
Redacción Quintana Roo