Por lo regular, solo les echamos agua para eliminar los pelos de las hojas de afeitar de los rastrillos, pero humedecer un papel o algodón con acetona es perfecto para desinfectarlos y evitar que los tengamos que reemplazar al poco tiempo.
Es común que en las teclas se acumule polvo o grasa. Para limpiar tu teclado y hacer que quede como nuevo, lo único que debes hacer es humedecer un hisopo con acetona y pasar por todo el teclado.
Típico que estás usando un pegamento muy potente y tus dedos terminan pegosteados. Dale la vuelta, humedeciendo un algodón con acetona y aplicando sobre las zonas afectadas.
¿Se te acabó tu crema lustradora de zapatos? Sal de apuros humedeciendo un trozo de tela con acetona, usa en tu calzado y ¡sácale brillo al máximo!
Si tienes azulejos en tu cocina o baño, límpialos de manera efectiva con un trapo y acetona. ¡Insuperable!
¿Cuántos de estos usos dominabas? Ponlos a prueba, ¡no te arrepentirás!