Cuanto más alcohol se beba en poco tiempo, mayor será su concentración en la sangre; por lo tanto, el cerebro recibe más alcohol y se experimentan diversos cambios que pueden conducir a la embriaguez.
Para que esto no te pase, te recomendamos los siguientes trucos:
No bebas con el estómago vacío. Come un sándwich antes de salir de casa o bien una barra de chocolate, éste te ayudará a crear una barrera protectora en tu intestino.
Deja pasar el mayor tiempo posible entre una copa y otra. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda una bebida por hora para hombres, y para mujeres una hora y media.
Consume agua antes, durante y después de haber bebido alcohol. Con esta acción minimizarás los efectos deshidratantes del alcohol.
¡Muévete o baila! A través del sudor eliminas toxinas y la actividad física ayuda a metabolizar el alcohol.
No bebas más de tres copas (tragos estándar, 12 gr. de alcohol x volumen) por ocasión.
Esto puede causar daños importantes al organismo, especialmente al hígado. Con la misma dosis de alcohol, una mujer se intoxica más rápido que un hombre, porque ella tiene más tejido graso, menos músculo, menos agua y sangre en el cuerpo.
Recuerda que beber responsablemente es cuidar tu vida.