CIUDAD DE MÉXICO.- Google cobrará a los fabricantes de teléfonos y otros dispositivos Android que vayan a ser comercializados en Europa hasta 40 dólares por poder preinstalar el conjunto de aplicaciones de la compañía en los mismos, entre las cuales se incluye la tienda de aplicaciones Play Store, imprescindible para facilitar la descarga de apps.
Esta medida llega tras la sanción de la Comisión Europea que determinaba que la compañía habría abusado durante los últimos años de su posición dominante a la hora de distribuir el sistema operativo.
Así lo cuenta The Verge en una información exclusiva, que detalla la entrada en vigor de esta nueva medida a partir de febrero de 2019. La medida llega después de que Google recurriera la multa impuesta por el organismo regulador europeo, aunque de la resolución final a la que se llegue no dependerá la aplicación de este nuevo cobro a los fabricantes.
Si bien ya se sabía que la tecnológica de Mountain View comenzaría a cobrar a las empresas por hacer uso de su conjunto de aplicaciones, no estaba claro a cuánto podría ascender esa cantidad y, lo más importante, cómo podría afectar esto a los usuarios.
Según la información obtenida por el mencionado medio, los fabricantes podrían tener que asumir un coste de hasta 40 dólares por terminal, variando esta en función de la región y especificaciones del mismo.
Para asignar unos u otros precios Google dividirá las regiones europeas en tres grupos, siendo el compuesto por Países Bajos, Suecia, Alemania, Reino Unido y Noruega el que se tendrán que hacer frente a los pagos más elevados para poder vender los dispositivos.
Curiosamente, además de la división territorial, la firma californiana cobrará a las empresas en función de la densidad de la pantalla de los terminales comercializados. De esta manera, aquellos con más píxeles por pulgada serán los que más tengan que pagar, una decisión que parece basarse en que aquellos con mejor pantalla suelen ser también los más caros.
Que el precio de distribución de los dispositivos pueda ascender tanto como 40 dólares es de notable relevancia a la hora de que los fabricantes calculen la cifra total de venta de los mismos. Es por ello que muchos miran ya con recelo esta decisión y esperan una subida generalizada del precio de los smartphones debido a ello.
Sin embargo, también es posible que la medida no termine suponiendo un sobrecoste para el cliente final.
Por un lado, y según qué casos, las propias compañías podrían asumir el coste total o parcial de la tasa a pagar para no perder cuota de mercado. Por otro, la propia Google parece estar negociando ya con diversos fabricantes para llegar a un acuerdo y que la nueva medida no se traduzca en un coste adicional por cada dispositivo vendido a cambio de incluir en ellos Chrome y Search de manera nativa.