Facebook dijo este martes que está lanzando un programa de recompensas para premiar a las personas que reporten el mal uso de datos por parte de desarrolladores de aplicaciones.
El anuncio llega antes del inicio de dos días de audiencias en el Congreso, cuando el presidente ejecutivo de Facebook, Mark Zuckerberg, será cuestionado sobre cómo se compartieron inadecuadamente datos de hasta 87 millones de usuarios de la red social con la consultora política Cambridge Analytica.
El programa recompensará a personas con conocimiento de primera mano y evidencia de una plataforma en Facebook y de la transferencia de datos de usuarios a una tercera parte para su venta, robo o uso para estafas o influencias políticas.
‘Avanzar rápido y romper cosas’
Mark Zuckerberg tiene una estrategia muy trillada para corregir fallas de Facebook. La compañía lanza productos, las personas se quejan y luego la empresa decide si hay algo que debería cambiar una vez que la indignación se vuelve lo suficientemente fuerte.
Esa estrategia de “avanzar rápido y romper cosas” será objeto de examen ante el Congreso.
Más allá del teatro político, se viene un ajuste de cuentas más épico: la forma en que Facebook construye productos cambiará para siempre.
Durante años, la compañía lanzó funciones rápidamente y luego monitoreó las respuestas de los usuarios para decidir si seguir adelante. Las creaciones podrán no haber sido perfectas, pero la clave era la velocidad, de ahí el mantra de la empresa. Funcionó.
Facebook atrajo a 2 mil millones de usuarios y se convirtió en un coloso publicitario. Pero el enfoque también significaba que no siempre los ejecutivos sabían qué estaba sucediendo, por lo que a menudo han sido reactivos en lugar de proactivos cuando las cosas salen mal.
Retiran el lema
Si bien el lema de la compañía se retiró oficialmente en 2014, la estrategia siguió profundamente arraigada entre los ingenieros de Facebook.
En el futuro, Zuckerberg tendrá que intervenir más en la fijación de límites a lo que sus ingenieros hacen con los datos del usuario, antes de lanzar productos e incluso si los usuarios aceptan entregar su información.
En comentarios preparados publicados el lunes, el Zuckerberg dejó en claro que seguir actuando como siempre no es una opción. Facebook, dijo, hasta ahora no ha pensado lo suficiente en su responsabilidad con los usuarios.
“Tenemos la responsabilidad no solo de construir herramientas, sino de garantizar que esas herramientas se usen para el bien”, escribió.
La red social se diseñó para que la gente la usara cada vez más y compartiera con más frecuencia. Cuanta más actividad, más datos recopila, y más precisamente los anunciantes pueden orientar sus anuncios.
El desarrollo del producto fue moldeado por la actividad del usuario y por encuestas más que por el propio Zuckerberg, han dicho empleados.
La compañía avanzó tan rápido que no siempre su jefe tuvo tiempo para pensar en las posibles consecuencias negativas de las actualizaciones y cambios en los productos. De hecho, a veces Facebook esperó a que el público o los medios encontraran problemas.
En sus comentarios preparados, Zuckerberg reconoció que Facebook se enteró de la filtración de datos de Cambridge Analytica por los medios.
Incluso la cifra que la empresa publicó la semana pasada, afirman que la filtración podría haber afectado a 87 millones de usuarios, fue sólo una estimación. Cuando estaba construyendo las herramientas para los desarrolladores, no incluyó una forma de rastrear datos una vez que estos salían de Facebook.
Zuckerberg es la antítesis del cofundador de Apple, Steve Jobs, quien a menudo se jactó de que la tecnológica le dice a la gente lo que quiere, y no al revés. Por el contrario, al jefe de la red social le gusta que muchos equipos jueguen con la red social a la vez, escogiendo los movimientos que hacen que las personas pasen más tiempo en Facebook.
Las advertencias, cuando llegan, tienden a emanar de los departamentos de relaciones públicas o políticas.