CIUDAD DE MÉXICO.
Con un nuevo record mundial, específicamente el quinto desde el lanzamiento del reloj Octo en el 2012, es hoy ya un ícono de la relojería a nivel mundial y un clásico de nuestro tiempo.
Sus 3.3 mm de grosor en su calibre son un deleite a la vista, una fusión perfecta de diseño y tecnología en un cuerpo notablemente delgado que llama la atención por su juego geométrico entre redondo y cuadrado.
El Octo Finissimo Chronograph GMT Automatic fue presentado a principios de este año en la feria de Baselworld, que muestra las tendencias en relojería. Su look monocromático, arrebato las miradas de los asistentes que se fascinan por la capacidad de sus creadores de minimizar al máximo las partes mecánicas del calibre BVL 318, que ofrece, además una reserva de marcha de alrededor de 55 horas.
Destaca, también, su elegante caja y brazalete de titanio que, si somos observadores, oculta el cierre desplegable, sobre el mismo brazalete, es decir, no se ve en lo absoluto, por lo que no interrumpe en ningún momento la continuidad de los eslabones. Esta sencilla pero genial idea de ocultar el cierre desplegable es prueba de la atención al detalle y fue diseñado por el propio Buonamassa.
Cabe mencionar que el calibre de carga automática tiene una dimensión de 3.3 mm que se suma a la delgada caja para terminar en una dimensión de 6.90 mm y que ofrece una resistencia al agua de 30 metros.
Esta icónica pieza es parte de la colección Finissimo de la que, también, forman parte piezas como el Octo Finissimo Ceramic o el Octo Finissimo Tourbillon Carbon.
Excepcionales piezas de relojería que dejan muy en claro la capacidad técnica de la firma italiana comandada por Jean-Christophe Babin, como CEO de Bvlgari; Guido Terreni como director de la división de relojería y el genio del diseño Fabrizzio Buonamasa, todos culpables de esta fina creación.
vía excelsior.