Malillany Marín, quien sale en Nosotros los guapos, ¿nunca le has rogado a un hombre?
Soy muy orgullosa, no ruego; hasta cuando salgo en una novela y tengo que rogarle al personaje, me desespero; soy la más orgullosa del mundo, dijo la bella Malillany, quien duerme desnuda por comodidad, haga frío o calor.
Tantos hombres que se han querido casar contigo, que te dieron anillo, que tenías hasta la iglesia apartada, ¿por qué no te has casado?
Me han hecho muchas brujerías para que me case, pero a nadie le ha funcionado. Quiero un hombre fiel, pues soy muy tranquila y me infarto cuando salen a la luz las travesurillas que me hacen; pero soy de las ilusas que piensan que sí me lo voy a encontrar, porque tengo muchas ganas de ser mamá y formar una familia. Pero sí me quiero casar por todas las leyes, sobre todo la de Dios, que es la que más me importa, porque yo amo a Dios.
Se me hace que el amor de tu vida fue José Manuel Figueroa, volviste con él muchas veces, ¿ya no va a haber nada?
Él me adora, pero no pude con él, ni él conmigo; y no soy celosa, pero tampoco tengo tolerancia; y cuando rompes las cosas, no las puedes pegar, porque no quedan igual. Él sabe que lo quiero mucho, pero no pude hacerme de la vista gorda. Le deseo que haga su vida con alguien a quien le guste su estilo.
Tienes unas pompotas y nunca enseñas ni usas tangas, ¿por qué?
Soy como los caballos: los que tienen buenas piernas, también tienen buenas pompas; y así son los cubanos. Y tengo un defecto, por lo que me preguntan: ¿Por qué te paras como Thalía? Porque tengo lordosis, y eso hace que te pares con la pompi parada. Me da pena verme muy buenota, por eso no uso tangas; aunque mis calzoncitos son con moñitos, hilitos, son muy jotos. Porque tengo tanta pompa, por eso no me gusta enseñar; y si salgo en traje de baño, se quejan de que uso calzonzotes”.
¿Cuando te cases, vas a usar un vestido que te tape hasta las amígdalas?
Claro, ¡ay, Shanik!, ¿por qué me quieres destapar? Hay que entrar con respeto a la casa de Dios.