Desde este oscuro rincón del averno, les saludo mis queridas gárgolas infernales, para repartirles toda la ponzoña que se genera en este mentado mundo de la farándula y les platico que mi Anita La Salvia, ahora que está con nosotros de nueva cuenta alternando con Ninel Conde en El Tenorio Cómico, porque a lo mejor muchos ya no lo recuerdan, pero mi Ana fue nuestra primera doña Inés hace dieciséis años que hicimos el primer Tenorio, después han desfilado una cantidad innumerable de actrices por ese personaje, pero hoy mi Ana está de vuelta y la verdad es que nos llevamos muy bien desde hace muchos años, por eso me dio gusto empezar a verla un tanto ilusionada con una aparente relación que se tenía muy calladita, así que la empecé a notar extraña, risueña, puerca, pues, así que de plano le pregunté con mucho tacto “¿A quién te estás dando, Anita?”
Y tímidamente me dijo que estaba empezando a salir con alguien, pero que todavía no era nada seguro, y que no me quería decir quién era porque era figura pública también y mejor quería confirmar que todo fuese viento en popa para poderlo comunicar a todo el mundo, pero yo ni madres que me quedé tranquilo con esa respuesta, así que empecé a investigar: la oía cagada de la risa cuando hablaba por teléfono, posteriormente la vi nerviosa durante la función, como que muy preocupada porque sus chistes entraran bien, cosa que generalmente le vale madre, entonces le dije: ¿”Te vinieron a ver, verdad?” Y ya no le quedó más remedio que aceptarlo y reconocer quién era su galán, señoras y señores, nada menos, ni nada más que ¡Israel Jaitovich!
Escuchó usted muy bien, Ana La Salvia anda con Jaitovich. El caso es que veo contenta e ilusionada a mí Anita, y eso me da gusto, el chiste de la vida es pasársela bien, para eso venimos al mundo, lo demás son meros pretextos, por si fuese poco, veo muy latente la posibilidad de la migración de Ana la Salvia hacia Televisa, de hecho ya estuvo de invitada precisamente en el programa de Israel Jaitovich, así que tuvo a su amor sentada en su programa también.
Moraleja: Mi La Salvia como trabaja, solo espero que no me la manden de regreso a playa baja. He dicho.