Agencias
CIUDAD DE MÉXICO

Selena Gómez se ha mostrado totalmente transparente, haciendo memoria de cuando era una niña y repasando los momentos menos buenos de su vida durante una entrevista para la revista GQ.

Asimismo, confiesa que “no es oro todo lo que reluce”, ya que hay veces que en la vida de una artista no todo es un camino de rosas.

Definitivamente el año 2014 no fue uno de los mejores de su vida: “Me diagnosticaron lupus. Mi mamá tuvo un aborto espontáneo y todo el mundo se enteró de ello. Cancelé mi gira porque necesitaba tiempo para estar bien. Tuve que someterme a un tratamiento de quimioterapia en diferentes lugares”, dijo.

Una serie de noticias que le tomaron por sorpresa a la ex chica Disney y que como consecuencia se vio obligada a cancelar su gira. Pero la salud es lo primero y Sel debía recuperarse.

Pero no fue sólo la noticia de la enfermedad lo que le hizo daño, también las especulaciones que los medios publicaron. Y es que incluso llegaron a decir que la cantante estaba en una clínica de rehabilitación por desintoxicación.

La estadounidense también ha querido echar la vista atrás para recordar aquellos años en los que comenzaba a despegar como actriz: “No he tenido la oportunidad de vivir mi vida sin que la gente tenga una opinión de cada paso que doy”, confesaba la artista.

Y es que aunque la cantante es consciente de quién es y lo que ello conlleva, lo que nunca ha soportado han sido las violaciones a su intimidad o las faltas de respeto.

Aunque por otro lado está contenta del camino por el que ha optado llevar su vida: “Yo elegí esto, por eso no voy a sentarme y decir ‘¡Oh Dios! Pobre de mí, no tuve una infancia normal’. No me importa eso”.

Una vez más, Selena se ha mostrado totalmente transparente y mostrando su cara más fuerte y débil al mismo tiempo.