Agencias
CIUDAD DE MÉXICO
El cantante Ricky Martin se caracteriza por su ayuda humanitaria, ha participado con varias fundaciones en labores altruistas y ahora como embajador de la buena voluntad de UNICEF, viajó hasta Líbano a un campo de refugiados que huyen de la guerra en Siria.
Ahí convivió y jugó con niños y considera que la palabra ‘refugiado’ ha perdido su valor y que la comunidad internacional debe abrirse.
“A estas alturas lo que queremos es asegurarnos de que los niños reciban sus derechos. Algunos niños desafortunadamente no están yendo a la escuela”, dijo el jueves en una entrevista en Minnieh, en el norte de Líbano.
El cantante se reunió con niños sirios en Zahleh, en el Valle de Bekaa, el miércoles, y en el asentamiento informal de Minnieh, cerca de la ciudad norteña de Trípoli, al día siguiente.
En Minnieh, los niños cantaron su éxito “María” y jugaron fútbol con el astro. Durante su visita, Martin también se reunió con adolescentes que reciben entrenamiento de conocimientos prácticos, según UNICEF.
Martin, cuya fundación benéfica y trabajo humanitario se ha enfocado en combatir el trabajo infantil y la trata humana, expresó que quedó conmovido con una niña siria de Homs a la que conoció en el Valle de Bekaa.
Dijo que la joven refugiada de 11 años, llamada Batoul, está “trabajando en agricultura, 12 horas al día, y le pagan con agua”.
“Esto le está sucediendo a nuestros niños. Esto le está sucediendo a nuestra futura generación”, señaló.
De acuerdo con UNICEF, 2,8 millones de niños no acuden a la escuela en la región y los niños refugiados están particularmente en riesgo de explotación y abuso. La agencia de las Naciones Unidas dice que está abordando el problema del trabajo infantil proporcionándoles educación gratuita y oportunidades económicas a padres y jóvenes en edad laboral.