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Residente pide paz al estilo urbano

CIUDAD DE MÉXICO.

El sonido urbano y alternativo de Residente, álter ego del boricua René Pérez Joglar, cimbró ayer la Plaza de la Constitución en el cierre de Radical Mestizo. Festival Internacional de Música del Mundo. El líder de Calle 13 salió al escenario frente a la Catedral Metropolitana a las 19:42 horas, donde lo esperaban 90 mil personas, según la cifra oficial para ese momento.

“¿Qué pasó México?”, saludó y el griterío resonó ante Somos anormales.

Los alaridos y los saltos fueron en aumento y los celulares encendidos. Así, los asistentes al Zócalo se movieron como uno con El baile de los pobres y El aguante.

“¿Cómo estás México? Es un placer estar acá cabrones, de verdad, de corazón. Los quiero con cojones, desde siempre, de verdad. Estoy acá, no estoy haciendo gira, pero cuando me dijeron de un concierto en el Zócalo, no lo pensé dos veces, porque para mí es un honor estar aquí”, expresó Residente para presentar Desencuentro.

El boricua recibió muestras de apoyo del público al dedicar Pa’l norte a los inmigrantes.

“Ésta es para los emigrantes del mundo, porque no hay muralla que pongan sin que sea una estupidez, el poner muros. A veces no entienden cuando la gente tiene que irse, como el gobierno de Estados Unidos, que no entiende. No vamos a aburrirles hablando de Trump que es un idiota, colectivamente lo sabemos.

“Lo que no se han dado cuenta es que vamos a seguir brincando murallas y yendo donde queremos ir siempre. El pueblo siempre va a mandar y el gobierno a obedecer. Este tema es para la gente que protege a los inmigrantes y para ellos también”, enfatizó al cantar el tema con su corista Kianí Medina.

La luna llena fue testigo de la fiesta que logró el rapero de 41 años ante público de diferentes generaciones.

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Residente hizo entonces un viaje “al pasado, al presente y futuro” con la cumbia punk Atrévete-te-te. Después pidió un abrazo multitudinario. Y ahí, ante el sonido de la batería de Thomas Pridgen, los miles de asistentes se abrazaron sin pensarlo.

“La vida se vive sólo una vez. Hermanos, les pido que se abracen como si fueran hermanos, porque si no, ¿cómo vamos a querer parar la guerra y la violencia? ¡Es un abrazo para ustedes México! Con esas palmas, vamos a hacer algo. ¿Pueden encender las luces del público? En nombre de toda la historia, de quienes dieron la vida por este país y para quienes siguen dándola, en nombre de los estudiantes, de la educación para todos gratuita”.

El diálogo con la gente fue permanente. Relató que saludó en camerinos a Rubén Albarrán, de Café Tacvba, y a Rocko, de La Maldita Vecindad, de quienes ha aprendido desde que los conoció no sólo por su música, sino al sólo hablar con ellos.

“Con ellos siempre una historia, buenas energías e ideas. Y hablando de ideas, estoy haciendo un disco que saldrá en febrero. El tema que sigue es de un disco que hice viajando por el mundo, siguiendo mi ADN, porque tenemos sangre de todo el mundo. Me fui a Georgia a hacer este tema que trata sobre la guerra, de la que estoy en contra. Hay que ser valiente y decir las cosas. Creo totalmente en la paz, no creo en la violencia, pero si en la resistencia, porque te tienes que defender”, señaló antes de cantar Guerra.

Residente hizo hincapié en la fusión de música, sin encasillarla en un género; en la apertura de los jóvenes a escuchar diferentes tipos de música, pues “lo importante es hacer arte sin importar el género”.

Con tal elasticidad, dijo, es por la que se puede pasar de hablar de temas “jodidos como Guerra” a temas fiesteros como Muerte en Hawaii.

Luego llegó Latinoamérica, con su hermana Ileana Mercedes Cabra, como invitada especial. Después hizo un llamado a salvarnos más que a salvar el planeta tras el calentamiento global y presentó Apocalíptico. Tras la despedida, a las 21:05 horas, Residente interpretó en el encore Bellacoso, La vuelta al mundo, Ojos color sol —casi improvisado “pues es un tema que hace mucho no tocaba”—, El futuro es nuestro y No hay nadie como tú, con un nuevo retumbar del suelo por los saltos de la gente que para tal cierre eran ya 135 mil almas. Al final interpretó Suave, Vamo’ a portarnos mal, para a las 21:36 horas despedirse.

 

Vía EXCELSIOR

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Publicado por
Redacción Quintana Roo