CIUDAD DE MÉXICO.- El 25 de junio de 2009 una estrella se apagaba en el firmamento de los dioses del Pop. Era la de Michael Jackson, que moría a los 50 años tras sufrir una parada cardiorespiratoria provocada por una sobredosis de anestésicos. Este lunes, se cumplen nueve años de su trágica muerte. Un adiós inesperado que conmocionó a todo el mundo.
Hacía a penas un día que Jackson había subido un vídeo en el que se le veía en perfecto estado durante los ensayos de su futura gira por Londres This is it. Con este tour pretendía, además de salvar gran parte de sus deudas, mejorar su reputación, que había caído en picado tras los últimos juicios contra menores en los que había estado involucrado. La presión le pudo. Paradójicamente, tras su muerte, además de volver a tener el prestigio de sus inicios, logró deshacerse de todas las deudas. Y es que, según la lista Forbes, el cantante es uno de los famosos fallecidos que más dinero genera. En concreto, los discos del rey del pop han supuesto más de 825 millones de dólares en los últimos 12 meses.
Jackson es uno de los artistas fallecidos que más dinero genera, según Forbes
Pero, si una cosa es indudable, es el enorme legado que ha dejado Jackson. No en cuanto a lo que a patrimonio se refiere, sino a una herencia mucho más profunda como es su rompedor estilo, que ha marcado un antes y un después en el panorama musical. Claro ejemplo de ello son sus bailes y su mítico paso de baile: el moonwalk. Cuando el mundo vio a Michael Jackson hacer por primera vez este particular paso de baile, fue durante una actuación en vivo de Billie Jean por el 25 aniversario del sello Motown. Pese a que el movimiento era ya popular entre los bailarines callejeros de la Costa Oeste, Michael trató de perfeccionarlo y aportarle su estilo propio.
La superestrella dio al baile la importancia que realmente merece. Sus coreografías, algo poco usual en la época, hicieron enloquecer a ejércitos de fans. De hecho, pese a que hayan pasado ya unos cuantos años, ninguno de sus pasos perdido fuelle, pues la mayoría de ellos siguen utilizándose actualmente. Desde su llegada a los escenarios, el artista acompañó cada una de sus canciones con un particular baile personalizado. Se llegaba a pasar noches enteras sin dormir pensando cuál sería la coreografía más adecuada. Es evidente que marcó un antes y un después, pues, desde entonces, son muchos los artistas que han incorporado la danza en sus actuaciones, empezando por la mismísima Beyoncé.
Otro capítulo a parte merece su apoteósico Thriller, que tantas alegrías le dio y que le acabó de catapultar a la fama. Y es que, todavía hoy, sigue siendo el LP más vendido de la historia. De este disco salieron singles tan aclamados como la canción que le daba título, Beat It o Billie Jean, todos ellos acompañados de videoclips de factura impecable. Después llegarían Bad, Dangerous, Blood on the Dance Floor o Invincible, que serían aclamados por público y crítica y donde Jackson volvería demostrar canción a canción que no tenía rival en el mundo del pop.
Pero no sólo el disco le hizo popular a nivel mundial, sino que también contribuyó a ello el videoclip de Thriller, en el que se entrelazaban la voz trémula de Vincent Price, las historias de ultratumba y el hombre lobo al que daba vida Jackson a la luz de la luna. Sin embargo, este fenómeno estuvo a punto de no suceder, sencillamente porque los responsables de la discográfica no lo vieron claro. No era, en su opinión de expertos, música con la calidad suficiente como para justificar la inversión y menos un vídeo musical. El que sí lo tuvo claro fue ‘Jacko’, que siguió adelante en su empeño de hacer posible su mezcla de música y cine, emulando la comedia de John Landis de 1981 Un hombre lobo americano en Londres.
La decisión del genio de Indiana de añadir vídeos a sus canciones resultó ser todo un acierto. Hasta entonces, sólo unos pocos como Prince se atrevieron con el experimento. Aunque pronto, gracias al maestro del moonwalk, y tras demostrar que, con ellos, las cifras de ventas se disparaban, todos se animaron a seguir sus pasos. Pese a que antes existieran a cuentagotas, con él empezó oficialmente la era del videoclip, que perdura en la actualidad.
Esa voz trémula de Vincent Price, esos movimientos desde las tumbas, esa historia de terror con la sonrisa inolvidable de Michael Jackson al final y la chica a la que estaba a punto de someter sin saberlo, estableciendo una complicidad única con el espectador, con los millones de personas en todo el mundo que optaron por comprarle el disco al recién proclamado “Rey del pop”. Han pasado 35 años y Thriller aún vende, aupado todavía en el trono del vídeo musical más vendido de la historia con nueve millones de copias y la herramienta que se sacó de la manga el genio de Indiana para convertir su sexto álbum de estudio en el más vendido de la historia a nivel mundial.