TV Azteca, con bombo y platillo, anunció el pasado 22 de enero ser el nuevo propietario de los derechos televisivos de La Voz México, que en Televisa contó con siete temporadas a cargo del productor Miguel Ángel Fox.
Alberto Ciurana, Jefe de Contenidos de TV Azteca, fue el encargado de dar a conocer esta noticia que representó un golpe para Televisa, que en semanas anteriores había terminado su última edición, misma que terminó con muchas críticas por su formato y decisiones a lo largo de las semanas.
La exigencia por mantener los altos niveles de rating tras el final de Exatlón obligó a la televisora del Ajusco a colocar la emisión en días entre semana, una apuesta arriesgada, ya que el reality con la anterior administración se transmitía únicamente los domingos.
MALA PLANEACIÓN
“Lo que mal empieza, mal acaba”, es un dicho que queda a la perfección en este caso. La falta de tiempo le jugó en contra a la empresa de Ricardo Salinas y el debut llegó como más dudas que certezas.
CONDUCCIÓN
El buen papel que tuvo Jacqueline Bracamontes en La Voz, inmediatamente, la postuló para dar el salto de Televisa a TV Azteca y seguir al frente del micrófono.
Sin embargo, la decisión final fue Jimena Pérez, mejor conocida como La Choco, actual conductora de Ventaneando, para tomar el mando del insípido programa.
Y, aunque su carisma y proyección frente a la cámara le daban garantías, su desenvolvimiento quedó a deber. No es lo mismo hablar por espacios en un programa de espectáculos que llevar la batuta durante más de 2 horas.
COACHES
Nombres como Jennifer López, Marc Anthony y Daddy Yankee comenzaron a sonar como los posibles coaches, mismos que causaron una alta expectación en la audiencia, sin embargo, todo concluyó con una dura decepción.
Y, no es nada en contra de Ricardo Montaner, Belinda, Yahir y Lupillo Rivera, quienes han tenido un largo camino en la música y son referentes de sus respectivos géneros, sino por ser la última de la última opción.
Es claro que TV Azteca apuntaba a talentos de talla internacional para dar un golpe mediático, pero la falta de presupuesto y nulas credenciales en la elaboración de la emisión fueron su perdición.
BAJO NIVEL DE COMPETENCIA
Tal como sucedió con la décima generación de La Academia, el nivel de competencia ha sido a cuenta gotas.
Los participantes, que se han dado cita en el foro de TV Azteca, han quedado por debajo de las expectativas en cuanto a calidad vocal y falta de personalidad.
Y, para el colmo, en un intento por sorprender a los seguidores, audicionó “sorpresivamente” Juan Carlos Casasola, lo cual, provocó las lágrimas de Belinda, momentos que quedaron plasmados en las redes pero que al final no tuvieron los números esperados.
Tras esta edición, seguramente, este programa quedará al borde de la extinción.