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La reina de las fiestas

Ahora sí se la bañó: no es por nada, pero siempre que mi comadre, vecina y amiga Raquel Bigorra se arma un reventón, siempre resulta un verdadero escándalo. Siempre son a todo lujo y siempre los mejores anfitriones tanto ella como mi compadre Alejandro Gavira, que como buen productor y director siempre arma un verdadero escenario en cada fiesta en su casa; bueno, hasta yo he salido ganón, pues el bautizo de mi Michaela lo hicimos en su casa y se portaron como unos verdaderos reyes y salió majestuoso mi evento. Pero ahora sí se la volaron. Llegué con mi vieja, a pie los dos, pues como vivimos solo a cinco casas de diferencia, más vale caminar que salir bien pedo y que para mi suerte me pongan el alcoholímetro justo afuera de casa de mi Bigorra, y ya me veo como Cinthya Klitbo transmitiendo desde El Torito…
Así que caminamos, y al llegar a casa de los compadres ya desde el portón estaba todo cubierto con carpas, pero de las fina. Ya adentro, todo decorado a rayas, sillas, manteles, sillones de lounge, todo. Aquello se veía espectacular, la iluminación, luego en la mesa de dulces había una numeralia en relación al cumpleaños de Raquel: cuántos meses, cuántos días, cuántas horas, cuántos minutos y cuántos segundos ha vivido, con fotos fantásticas. Hubo una exquisita comida libanesa, era un verdadero manjar, y por si fuera poco Leo, querido amigo que tiene un restaurante en Polanco de comida cubana, que se llama Casa Habana, llevó un pan con lechón que verdaderamente no tenía abuela, así que solo faltaban los invitados, ¡y vaya que llegaron!
Luego arrancó la música: hubieran visto el grupo de música cubana con el que se discutió mi comadre, sonaba aquello como si estuviésemos en el malecón de La Habana. Todo mundo baió, se divirtió, se tomaron fotos con Chabelo y sobre todo con la cumpleañera, que no paró de menear el bote toda la noche. Por esto y muchas cosas más, mi Bigorra se ha convertido en la reina de las fiestas de este mentado mundo de la farándula. He dicho.

Publicado por
Redacción Quintana Roo